Título: Colombia. Política de Defensa y Seguridad Democrática - Parte IV. Seis Líneas De Acción.
IV-E. COOPERAR PARA LA SEGURIDAD DE TODOS
La seguridad de la solidaridad
130. El Gobierno promoverá la cooperación voluntaria y patriótica de
los ciudadanos, en cumplimiento de sus deberes constitucionales
y en aplicación del principio de solidaridad que exige el moderno
Estado social de Derecho (18), con el fin de que cada ciudadano
contribuya a la prevención del terrorismo y la delincuencia,
proporcionando información relacionada con las organizaciones
armadas ilegales. El Gobierno organizará, igualmente, comités
asesores de los Consejos Regionales de Seguridad (65), para
asegurar el apoyo de la sociedad civil a la consecución de la
seguridad. La experiencia de muchos países y los estudios de
prevención del crimen coinciden en señalar que la efectividad de
la prevención social, con participación ciudadana, es superior a la
prevención situacional, con medidas protectivas. Si 44 millones
de colombianos acompañan al Estado y se sienten apoyados por
él, fracasará el terrorismo.
Redes de cooperantes
131. Una red de ciudadanos en las zonas urbanas y rurales del país
cooperará activa, voluntaria y desinteresadamente con las
autoridades, participando en programas ciudadanos de cultura para
la seguridad y brindando información que permita la prevención y
la persecución del delito. Al igual que en muchos países que han
implementado con éxito esquemas de este tipo, como por ejemplo
"Neighbourhood Watch" en Australia y el Reino Unido, estos
voluntarios multiplicarán rápidamente la capacidad de vigilancia
de las autoridades, con quienes estarán en permanente
comunicación. Los cooperantes responden al principio de
solidaridad y al deber ciudadano de contribuir al objetivo común
de la seguridad. Su cooperación, a diferencia de la de los
informantes, no será remunerada.  [volver a P:105]
Programa de recompensas
132. De manera complementaria, se ha puesto en práctica un programa
de recompensas para aquellas personas que, como informantes
de los organismos de seguridad del Estado, den a conocer
información que conduzca a la prevención de atentados terroristas
o a la captura de los integrantes de las organizaciones armadas
ilegales. El Gobierno Nacional creará también un sistema de
recompensas e incentivos para la denuncia de bienes pertenecientes
a personas u organizaciones vinculadas al terrorismo o al
narcotráfico.
Cooperación internacional
133. La seguridad no es sólo producto de la solidaridad de todos los
colombianos. Dado el carácter transnacional de los principales
riesgos y amenazas, la cooperación y la solidaridad entre los
países es una condición necesaria para la seguridad de todos. Se
requieren acciones simultáneas contra todos los eslabones de la
cadena criminal. El Gobierno Nacional buscará en primer lugar
un reforzamiento de la cooperación regional, con el fin de:
- Crear un frente unido, a través de mecanismos de cooperación
que faciliten la realización de operaciones coordinadas de las
fuerzas de seguridad de los respectivos países y el control al
tránsito de armas, explosivos, narcóticos, precursores químicos
y personas.
- Fortalecer el intercambio de inteligencia e información financiera,
para monitorear, identificar y neutralizar las actividades de
organizaciones armadas ilegales.
- Fortalecer y ampliar las comisiones bilaterales fronterizas,
COMBIFRON, y suscribir acuerdos que permitan a las fuerzas
de seguridad controlar las fronteras, en especial los ríos, las aguas
y el espacio aéreo, de manera más efectiva, intercambiando
inteligencia y realizando operaciones coordinadas de patrullaje,
control, registro e interdicción.
- Cumplir con los propósitos del Compromiso de Lima de la
Comunidad Andina.
- Promover la reforma del actual sistema de seguridad
interamericano, para adecuarlo a las nuevas realidades de
seguridad. El Gobierno apoyará la modernización de mecanismos
como el TIAR o de instituciones como la Junta Interamericana de
Defensa, para traducir en mecanismos operacionales concretos
la voluntad política que hoy existe de combatir amenazas como el
narcotráfico y el terrorismo. El Gobierno promoverá, igualmente,
la ratificación de la Convención Interamericana contra el
Terrorismo.
134. La respuesta a una amenaza transnacional como el narcotráfico
no puede ser otra que la estrecha cooperación internacional. El
principio de corresponsabilidad regirá los esfuerzos de
cooperación contra cada eslabón del negocio de las drogas ilícitas.
Todos los países que comparten la responsabilidad del problema
de la drogas deben unir sus esfuerzos, para:
- Ofrecer alternativas de empleo y apoyo financiero a los pequeños
cultivadores de coca y amapola que erradiquen voluntaria y
efectivamente sus cultivos.
- Erradicar los cultivos de coca y amapola.
- Intercambiar inteligencia y fortalecer su capacidad técnica, para
combatir las redes de comercialización.
- Coordinar los esfuerzos de interdicción, en particular de interdicción
aérea sobre el mar Caribe y el océano Pacífico.
- Armonizar la legislación contra el tráfico de estupefacientes y
precursores químicos, para que las penas correspondan al daño
que causan a la sociedad.
- Intercambiar información financiera que permita identificar y castigar
el lavado de activos de manera más decidida.
- Controlar y reducir el consumo de drogas ilícitas, ofreciendo
alternativas de tratamiento, rehabilitación y capacitación.  [volver a P:92]
135. La lucha efectiva contra el terrorismo y contra sus fuentes de
financiamiento requiere, igualmente, la cooperación internacional.
Los intercambios de tecnología y recursos entre las organizaciones
armadas ilegales colombianas y las redes internacionales de
terrorismo son motivo de particular preocupación para Colombia.
Si hay consenso sobre la simbiosis que existe entre el terrorismo y
el negocio de las drogas ilícitas (29), es evidente que las medidas
de cooperación contra estas actividades deben ser similares. Una
verdadera cooperación internacional contra el terrorismo requiere
que todos lo Estados:
- Implementen la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas y acaten las recomendaciones del Comité Contra
el Terrorismo, que vela por su cumplimiento, introduciendo
legislación contra el terrorismo, no dando albergue a grupos
terroristas, ni permitiendo que utilicen su territorio para desarrollar
sus actividades y administrar sus finanzas. El cumplimiento de estas
obligaciones debe ser automático y no debe requerir la petición
del país de origen de estos grupos.
- Unan sus esfuerzos y ejerzan la presión necesaria para que exista
transparencia en el sistema financiero internacional y los esfuerzos
de unos países no resulten inútiles por la reticencia de otros a
establecer los controles necesarios.
- Intercambien permanentemente información sobre las actividades
de las redes terroristas.
- Den pronto cumplimiento a las órdenes de captura de INTERPOL.