Título: Libro de la Defensa Nacional de la República de Guatemala - Tercera Parte

TERCERA PARTE: LA DEFENSA
CAPÍTULO III: LA DEFENSA NACIONAL
1. Política de Estado: El Desarrollo y la Seguridad
1.1. Política de Estado
Para alcanzar los Objetivos Nacionales Permanentes, el Estado genera y ejecuta políticas que orientan la toma de decisiones, así como la priorización y asignación de recursos, teniendo la sociedad el derecho y la responsabilidad de participar en el diseño de las políticas.
La política pública de Defensa Nacional se formula a partir de dos grandes ejes de políticas de Estado: el desarrollo y la seguridad, las cuales se vinculan de forma integral para la consecución del bien común.
1.2. El Desarrollo
Considerando el desarrollo, como el mejoramiento progresivo en la calidad de vida del ser humano, el Estado de Guatemala adquiere el compromiso de su consecución por medio de la ejecución de políticas sociales y económicas, en un ambiente de gobernabilidad democrática, respetando la interculturalidad, fortaleciendo la participación ciudadana y preservando el patrimonio cultural y natural de la Nación.
Las características e historia de cada país exigen metodologías y tiempos propios para alcanzar las metas de desarrollo; debiendo enfatizarse en que sus propósitos requieren del mantenimiento de la paz por medio de la prevención y tratamiento de los conflictos en el marco de la promoción de una cultura de paz.
La eficiencia de las políticas orientadas al desarrollo, requieren del apoyo de la política de seguridad, estando ambas inmersas dentro del mismo proceso de diseño, en conjunción con las restantes políticas de Estado dentro del esquema de la planificación nacional.
1.3. La Seguridad
La seguridad como condición, se alcanza a través de un conjunto de acciones y medidas, que previenen y dan respuesta efectiva a los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, para alcanzar los objetivos nacionales.
El término seguridad se adjetiva de acuerdo a su énfasis, tal es el caso de la seguridad humana, la seguridad pública, la seguridad integral, la seguridad cooperativa, la seguridad hemisférica, la seguridad global, la seguridad nacional y la seguridad democrática, concepto que desarrolla el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica.
Dicho tratado se basa en el Estado de Derecho, la seguridad de las personas y sus bienes, la seguridad de la región y considera, además, la organización e institucionalidad necesaria para el funcionamiento del modelo y se inspira en los logros alcanzados en el proceso de pacificación e integración regional.
Este modelo, describe elementos de riesgo que afectan las condiciones de bienestar de la sociedad al socavar la base del libre ejercicio de derechos y libertades públicas de todos los ciudadanos. En adiciones posteriores a su concepción, se aborda el tema del fortalecimiento de los mecanismos de coordinación relacionados a los desastres naturales, incluyendo la creación de un fondo permanente para el financiamiento de actividades vinculadas al tema.
Tomando como marco la concepción de seguridad antes descrita, para Guatemala se define la Seguridad Nacional como el estado de vida de la Nación, en el cual se garantizan la dignidad del ser humano y el desarrollo pleno de sus potencialidades en sus manifestaciones políticas, económicas, sociales y culturales; así mismo, se contrarrestan las amenazas a la soberanía e institucionalidad democrática del Estado y a la integridad del territorio.
Dentro de este esquema, la política generada por el Estado en materia de seguridad se basa en consideraciones como la concreción de los intereses nacionales y del proyecto de Nación que se aspira construir; la percepción y jerarquización de los riesgos, amenazas y vulnerabilidades que debe enfrentar para la consecución de dichos intereses; y las condiciones objetivas y subjetivas a partir de las cuales pueda, o no, hacer funcionales los mecanismos de prevención, control y resolución de las amenazas.
La seguridad, como condición esencial para el desarrollo del orden democrático y para la convivencia pacífica de los habitantes, es garantizada por el Estado y sus instituciones, involucrando a los diferentes sectores de la sociedad guatemalteca, principalmente con la participación ciudadana a través del poder local, en la planificación, ejecución, incidencia y control de las acciones que en ese sentido se realizan.
2. La Defensa Nacional
Para mantener y garantizar la condición de seguridad, el Estado a través de su defensa, dispone de un conjunto de medidas y acciones destinadas a enfrentar distintos tipos de amenazas y riesgos potenciales que vulneren la pervivencia del Estado y atenten contra los Objetivos Nacionales Permanentes.
La organización, la normativa y la asignación de recursos de la defensa es responsabilidad del Estado, y es coordinada por las instituciones pertinentes, aunado al compromiso constitucional de todo ciudadano de servir y defender a la patria.
La Defensa Nacional de Guatemala, se concibe dentro de un contexto de paz y respeto a los derechos e intereses de los individuos y la Nación, con la resolución firme de alcanzar el bien común, venciendo los antagonismos y obstáculos que se contrapongan a dicha meta.
2.1 Objetivos de la Defensa Nacional
Ante la posibilidad de amenazas que afecten el logro de los Objetivos Nacionales, el Estado implementa medidas que permiten subsanar tal situación, siendo su deber ineludible el articular la Defensa como un bien público en función de la protección de sus objetivos.
Las actividades de la Defensa Nacional emprendidas con miras a satisfacer lo anteriormente descrito, tienen como formas de acción, la diplomacia, la participación del Ejército de Guatemala y el apoyo solidario de la población en situaciones de guerra y catástrofes naturales.
Derivado de los artículos constitucionales 140 y 244 se enuncian como objetivos de la defensa los siguientes:
- Mantener la libertad, independencia, soberanía y el honor de la Nación.
- Mantener la integridad territorial.
- Asegurar condiciones de seguridad externa e interna para el bien común.
- Mantenimiento y fortalecimiento de la paz y seguridad nacional e internacional.
2.2 Características de la Defensa
La Defensa se caracteriza por funcionar en tiempo de paz o de guerra, por lo tanto es permanente, además es flexible para adaptarse a los cambios e integral para involucrar a todos los ciudadanos, obteniendo de ello la legitimidad como base de su accionar. Su organización debe ser adecuada a las necesidades del país, a su dinámica propia y previsora en cuanto al surgimiento de conflictos.
2.3 Funciones de la Defensa
Para garantizar la Defensa de la Nación, el Estado cumple una serie de funciones por medio de las cuales identifica las amenazas, determinando las causas que las originan, así mismo formula el conjunto de decisiones políticas sobre las previsiones y la concepción de las estrategias a seguir; preparando los medios para hacer frente a dichas amenazas; resolviendo el conflicto o previniendo una agresión mediante la negociación, coerción, disuasión y el empleo de la fuerza, dentro del marco institucional establecido para ello.
La Defensa se sustenta en el reconocimiento interno y externo de la capacidad del Estado de planificarla y desarrollarla, en los campos estratégico y operativo; así como en la adecuada coordinación del uso de los recursos, unida a la percepción y aceptación que la sociedad tenga en relación con las amenazas, riesgos y oportunidades que se puedan identificar.
Dado que la Defensa constituye una función esencial del Estado, es de resaltar la importancia de la existencia de una política pública que exprese la forma en que el Estado concibe y articula sus acciones con relación a las necesidades de defensa.
CAPÍTULO IV: POLÍTICA DE DEFENSA
La Política de Defensa como política de Estado, es un conjunto de directrices que tienden a la preservación del Estado e interpretan los intereses y objetivos nacionales plasmados en la Constitución Política de la República, en el contexto de la seguridad nacional, emprendiendo acciones, así como asignando los recursos necesarios para la consecución de tales objetivos y previendo las amenazas que pueda enfrentar el Estado. Para el desarrollo de la Política de Defensa, se derivan de ella políticas específicas, siendo una de ellas la Política Militar.
La Política de Defensa Nacional, es el resultado de un proceso amplio de participación, cuyo contenido se sustenta en el aporte multisectorial, tomando en cuenta nuestra realidad, como una Nación multiétnica, pluricultural y multilingüe, y se inscribe en la dinámica de democratización que enfatiza la relación Estado-sociedad, la cual se basa en discusiones orientadas a la construcción del consenso, transparentando los aspectos de organización, conducción y financiamiento de la defensa, para lograr la adhesión ciudadana.
Este resultado da sustento al Libro de la Defensa Nacional de Guatemala, para hacerlo llegar al conocimiento de la sociedad en su conjunto, requisito indispensable para dotarlo de legitimidad, constituyendo a su vez un instrumento de las medidas de confianza mutua en el marco de las relaciones internacionales.
2. Fundamento de la Política de Defensa
Para desarrollar lo relativo a la defensa de la soberanía e integridad territorial, del régimen político y del régimen social, la Política de Defensa se fundamenta en la Constitución Política de la República, en los tratados y convenios suscritos por el Estado guatemalteco.
De esta manera su formulación e implementación se sustenta en el apego a los principios básicos de la solución pacífica de controversias, así como en el fortalecimiento de la paz, la democracia, la cooperación, la integración y la seguridad internacional; asimismo, en el derecho a la legítima defensa, considerado en el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas y en consonancia con lo establecido en el artículo 24 de la Carta de la Organización de Estados Americanos y del artículo 43 del Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica sobre la Seguridad y Defensa Colectivas.
Para hacer efectiva esta política, se requiere de una Ley de Defensa Nacional, que determine la estructura, funciones y relaciones interinstitucionales como una visión de conjunto, considerando los niveles de incorporación e interacción del Estado y de la sociedad. Esta normativa debe ir acompañada por una metodología de revisión y adecuación, lo cual permite una modernización institucional y una revalorización de las amenazas, para estar en apresto constante.
3. Fines de la Política de Defensa
La publicación y divulgación de la Política de Defensa se orienta a consolidar el conocimiento sobre la Defensa y su interrelación con la vida nacional, creando conciencia para la defensa de la Nación.
Asimismo, al emprender metodológicamente el conjunto de medidas coordinadas y planificadas sobre la base de una concepción de Estado, se busca alcanzar una defensa nacional óptima que contribuya a la seguridad nacional, concibiendo y ejecutando estrategias necesarias para enfrentar acciones de fuerza contra el Estado, estableciendo condiciones para la materialización de los Objetivos Nacionales.
A su vez, en congruencia con los instrumentos y mecanismos internacionales, la Política de Defensa contribuye con la Política Exterior en la generación de Medidas de Confianza Mutua.
4. Características de la Política de Defensa
Como política de Estado, es de carácter nacional. Responde a las necesidades del país, y se fundamenta en el Poder Nacional, siendo legal, legítima y congruente con el desarrollo nacional, bajo la conducción política de civiles y militares en los campos que a cada quien atañen, en concordancia con las acciones en el campo de las relaciones internacionales.
Es dinámica, integradora y con finalidad permanente pero flexible, ya que las formas de acción serán válidas en la medida de que las condiciones y circunstancias que motivaron su formulación, prevalezcan. Además, considera los mecanismos para prever, prevenir, enfrentar las amenazas y los nuevos desafíos de la defensa.
Se formula de manera precisa y comprensible, para ser asimilada y aceptada por elementos heterogéneos a través de un convencimiento razonado. En este sentido, la acción disuasiva en la cual se fundamenta la Política de Defensa debe ser tal, que los potenciales agresores perciban la determinación del uso de la fuerza.
5. Contenido de la Política de Defensa
La Política de Defensa es la actitud nacional respecto a la situación del entorno, definiendo los riesgos y las amenazas, además de considerar la posibilidad de alianzas, así como de asumir posiciones de neutralidad y de no agresión.
A su vez considera, como herramienta para la consecución de los objetivos de la Defensa, las estrategias correspondientes y los mecanismos para la creación, apoyo y mantenimiento de la fuerza. Asimismo, establece los lineamientos para la política en relación a los recursos humanos para la defensa en cuanto a su incorporación, preparación y empleo.
Además, establece los niveles de interdependencia de los actores de la política de defensa y los procedimientos para su divulgación.
6. Política de Defensa y Política Exterior
La interacción e interdependencia entre la Política de Defensa y la Política Exterior, se ve influenciada por la globalización. En ese sentido, en el ámbito de la Defensa se fomentan las medidas de confianza mutua, como parte de la Política Exterior, que constituye la primera línea de la Defensa Nacional.
La Política de Defensa se entiende como una visión nacional de rechazo a toda iniciativa de agresión, pero no significa la renuncia al uso de la fuerza en respaldo de los Intereses Nacionales.
Por otra parte, es importante resaltar que por la sensibilidad de las materias que aluden a las relaciones con los países vecinos y en general con la Comunidad Internacional, los términos relacionados con la seguridad del Estado y en particular el tema de la Defensa demanda un tratamiento específico.
CAPÍTULO V: CONTROLES DEMOCRÁTICOS
Uno de los pilares de las democracias modernas lo constituye la capacidad de controlar la ejecución de las políticas del Estado, a efecto de determinar el desempeño y detectar cualquier desviación para proponer los ajustes necesarios.
Los controles democráticos se concretan en un conjunto de procedimientos, cuyo propósito es que el Estado lleve a cabo sus funciones en condiciones de eficacia, eficiencia, legalidad y legitimidad; debiéndose entender los controles como un sistema integral y no como acciones aisladas de los entes que los conforman.
Los controles pueden ser: a) de orden Objetivo, tal como las normativas que dirigen y condicionan el accionar de las instituciones públicas, b) de orden Subjetivo, los cuales se basan en los valores inculcados en el sujeto de control. A su vez, se denominan Controles Externos o Internos dependiendo de si se realizan desde fuera o desde la estructura misma. Por otra parte, al referirse a la figura que controla, se identifican los Controles Judiciales, Legislativos y Sociales, también llamado este último: Auditoría Social.
1. Controles Democráticos y la Defensa Nacional
Los controles democráticos, constituyen un moderador del poder que el pueblo ha dado a las instituciones de gobierno, para que en el ejercicio de dicho poder se desempeñen en el marco del Estado de Derecho y con apego y respeto a los derechos y libertades individuales.
El Organismo Ejecutivo, tiene la responsabilidad de asegurar que las misiones y funciones asignadas a los actores de la defensa se encuentren dentro de los parámetros del Estado de Derecho, adicionando a este mecanismo, como parte de los controles democráticos de carácter subjetivo, los procedimientos de selección y formación del personal que tendrá bajo su responsabilidad el cumplimiento de las misiones derivadas.
La concepción de Seguridad Nacional, se centra en garantizar la dignidad del ser humano y el desarrollo pleno de sus potencialidades en sus manifestaciones políticas, económicas, sociales y culturales, los cuales constituyen el marco de referencia de los controles democráticos en materia de Defensa Nacional. En el campo de la Defensa sobresale el rol que el Organismo Legislativo ejerce sobre los actores del sistema de defensa.
2. Control Legislativo
El papel del Organismo Legislativo en el ejercicio del control democrático, tiene carácter político por medio del decreto, reforma y derogación de la legislación vinculada a las políticas de seguridad y defensa, aunado al control específico que las comisiones o mecanismos especializados ejercen por ámbito y servicio, tal el caso de la Comisión de la Defensa Nacional, ente responsable de supervisar el cumplimiento de las prioridades de la Defensa Nacional.
En el ámbito administrativo, tiene la atribución de realizar el control por medio del análisis y aprobación del presupuesto, de ser necesario fiscaliza a fin de supervisar su ejecución con probidad; así como, citar funcionarios para informarse de la actuación de sus instituciones, incluido en ello la interpelación.
3. Auditoría Social
Se manifiesta por el acompañamiento que las personas individuales, los sectores sociales y los medios de comunicación hacen a la gestión de los Poderes del Estado, por medio de propuestas, monitoreo y señalamiento de deficiencias en el cumplimiento de la naturaleza de sus funciones.
Otro mecanismo de control social, se manifiesta en la definición de la Política de Defensa, ya que ésta de por sí es un ejercicio de supervisión democrático, por la intervención que en su formulación ha tenido la sociedad civil. Derivado de su acción, se involucran los ciudadanos en la corresponsabilidad de la definición de la Política de Defensa, constituyéndose en una comunidad que comparte una Cultura de Defensa.
4. Cultura de Defensa
La cultura como producto social, es la suma de valores, creencias, actitudes y modos de comportamiento prevalecientes en una sociedad en un momento determinado, lo cual es transmitido a las generaciones en el curso histórico de su convivencia social.
En ese sentido, la Cultura de Defensa expresa el conocimiento, interés y deseo de incidencia en la temática de Seguridad y Defensa por parte de diversos actores sociales y del Estado, promoviendo a su vez en los ciudadanos el percibir como propias las cuestiones relacionadas con su seguridad, libertad y la defensa de sus intereses.
La gestación de la Política de Defensa dentro de un proceso participativo, genera el compartir criterios que al consolidarse derivará de esta relación la Cultura de Defensa como punto de irradiación para que la misma sea parte de la cultura nacional, propiciando un nuevo orden de relaciones Estado-sociedad.
La estrategia para la divulgación de la Cultura de Defensa, debe estar centrada en sensibilizar a la población sobre el tema, desempeñando los medios de comunicación masiva un papel fundamental, ya que una Cultura de Defensa bien cimentada expresa los intereses del Estado. Otro mecanismo que contribuye a la creación de la cultura de defensa, radica en el conocimiento de este libro, el Libro de la Defensa Nacional.
La Cultura de Defensa está relacionada con la Comunidad de Defensa, constituida ésta, por la integración de actores tanto de la sociedad civil, como de gobierno, cuyos intereses convergen para compartir la responsabilidad de la Defensa Nacional.
CAPÍTULO VI: ORGANIZACIÓN GENERAL DE LA DEFENSA
Para la consecución de la Defensa Nacional, el Estado requiere de una organización, entendiéndose ésta como una estructura y estrategia íntimamente ligadas, incluyendo el recurso humano, las habilidades y el estilo de la organización, las metas superiores y los sistemas, todos ellos dependientes e interactuando para permitir el alcance de objetivos.
Dentro de este sistema complejo se establecen, al más alto escalón, los entes encargados de dirigir, promover y orientar la Defensa Nacional y aquellos necesarios para asesorar a los gobernantes y coordinar la acción político-militar derivada de la defensa.
La Política de Defensa rige la conducción de la defensa, tanto en el nivel político como en el estratégico. En lo político le compete la realización del estudio de los objetivos a alcanzar y la definición de estrategias correspondientes; asimismo, requiere de la adopción de medidas necesarias en el orden social, político, económico y militar que garanticen la misma. En adición a lo anterior, en el plano estratégico considera lo atinente a la dirección general de la guerra.
La legislación nacional confiere al organismo Ejecutivo la autoridad para la dirección del Estado en materia de Defensa Nacional.
1. Estructura Superior de la Defensa
1.1 Presidencia de la República
El mantener la integridad territorial y la dignidad de la Nación, así como proveer la defensa, la seguridad y conservar el orden público, son funciones que la Constitución Política de la República de Guatemala asigna al Presidente de la República quien, para realizar lo anterior, ejerce el mando de toda la fuerza pública y particularmente las fuerzas armadas de la Nación, recibiendo el nombramiento de Comandante General del Ejército, que conjuntamente con el Ministro de la Defensa Nacional y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional constituyen el Alto Mando del Ejército. El ejercicio efectivo del mando lo realiza el Presidente de la República, por medio de decisiones en el campo político, las cuales dirigen el plano estratégico y operacional. En el campo de toma de decisiones, el componente militar conduce las operaciones bélicas bajo la responsabilidad política del gobierno.
En su actuar, el Presidente de la República de Guatemala se apoya en los Ministros de Estado, quienes lo asesoran en forma individual, en grupos colegiados llamados Gabinetes Específicos constituidos en Consejo de Ministros. Para el caso particular de la defensa, el generar la política respectiva, demanda la participación de diversos ministerios de Estado en los temas económicos, científicos, técnicos y otros. Dicha coparticipación se realiza por medio del Gabinete de Seguridad.

Dentro de la dinámica de transformación del Estado, un elemento de asesoría del que puede disponer el Presidente de la República para el proceso de toma de decisiones es el Gabinete de Seguridad, teniéndose en prospectiva otras entidades tales como el Consejo Nacional de Seguridad y el Consejo de Defensa Nacional.
Las funciones del Presidente de la República lo facultan para dirigir la política y relaciones internacionales; asimismo, para dictar las Secretaría de Análisis Estratégico disposiciones pertinentes en los casos de emergencia grave o de calamidad pública, debiendo dar cuenta al Congreso de la República de Guatemala con inmediatez.
1.2. Ministerio de la Defensa Nacional
Dentro de la estructura de la Defensa Nacional, es el Ministerio de la Defensa el ente rector y a quien le corresponde formular las políticas o lineamientos para hacer que se cumpla el régimen jurídico relativo a la Defensa de la soberanía nacional y la integridad del territorio. Es a su vez el órgano de comunicación entre el Ejército de Guatemala y los demás organismos del Estado, con atribuciones operativas, administrativas y político-estratégicas.
En el orden operativo, bajo las órdenes del Presidente Constitucional de la República y Comandante General del Ejército, ejerce el mando de la institución armada, contando con el soporte técnico y consultivo del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
En el plano administrativo, con el apoyo del Viceministro, dirige, tramita, resuelve e inspecciona lo relacionado con la defensa, sobresaliendo en este campo la existencia del Departamento de Derechos Humanos, por medio del cual el Ministerio promueve la ejecución y vigencia de los derechos fundamentales inherentes a la persona, la dignidad, la integridad física y psíquica, y el mejoramiento de la calidad de vida de los integrantes del Ejército en servicio activo. También cabe resaltar la existencia del Centro de Atención a Discapacitados del Ejército de Guatemala -CADEG- que brinda servicios de rehabilitación profesional para personas del Ejército con discapacidades, para facilitar la participación activa en su proceso de reincorporación a la sociedad.
Además, es el ente rector en lo relacionado con el control e inspección de entidades públicas o privadas, en lo relativo al uso de armas, equipo o pertrechos de guerra, así como de las denominadas "Especies Estancadas".
En el aspecto político estratégico, el Ministerio de la Defensa Nacional se organiza en departamentos, para tratar lo relativo a las relaciones interinstitucionales a nivel nacional e internacional, así como a la Política de Defensa; contando para ello respectivamente con el Departamento de Análisis Estratégico y el Departamento de Política de Defensa.

Dentro de este ministerio, el Departamento de Política de Defensa es el encargado de coordinar el proceso de diseño y elaboración del Libro de la Defensa Nacional, así como la formulación de la Política de Defensa, siendo el ente técnico asesor encargado de dar seguimiento a los procesos que contribuyen al desarrollo e instrumentalización de la Política de Defensa Nacional en el ámbito jurídico e institucional.
En los espacios acuáticos, el Ministerio de la Defensa, por medio del Departamento Marítimo, atiende lo relativo a la seguridad de la navegación para la protección de la vida humana en el mar y la preservación del medio marino, apoyando la readecuación institucional de todas las entidades del Estado que tienen responsabilidad, capacidad y experiencia en ese tema, haciendo efectivo el ejercicio de jurisdicción y el cumplimiento de los compromisos adquiridos por Guatemala dentro del régimen internacional correspondiente, estableciendo y cimentando su condición de Estado comprometido con la paz mundial, la seguridad marítima y partícipe del aprovechamiento racional y limpio de los recursos del mar.
1.3. Estado Mayor de la Defensa Nacional
El Estado Mayor de la Defensa Nacional, además de las funciones de asesoría técnica, consultiva, y de conducción del Ejército de Guatemala, es el ente encargado de apreciar, planificar, ejecutar y evaluar la movilización nacional dentro del esquema de defensa.
CAPÍTULO VII: MOVILIZACIÓN Y SERVICIO CÍVICO
1. Movilización
Se define bajo este término a las acciones que emprende el Estado, bajo el mando y responsabilidad del Presidente de la República, disponiendo de los recursos humanos y materiales de la Nación en forma parcial o total, para hacer frente a contingencias que generen crisis, calamidad o estado de guerra.
Para ello, inicialmente se considera una etapa preparatoria por medio de la planificación y alistamiento de los recursos, actividad a cargo del Estado Mayor de la Defensa Nacional por intermedio del Comando de Reservas Militares de la República, el cual tiene la misión de organizar y entrenar la reserva disponible en todo el territorio nacional, además de llevar a cabo la movilización.
La Movilización en sí, materializa lo planificado e incorpora los recursos económicos del país en apoyo de las fuerzas permanentes incluyendo, de ser necesario, los recursos humanos que constituyen la Reserva de Personal.
Finalmente, al concluir la situación contingente, se realiza la desactivación del aparato movilizado, por medio del Plan de Desmovilización.
2. Situación de Reserva para la Defensa Nacional
La Reserva de Personal incluye la Reserva Disponible, la Reserva Movilizable y la Reserva Territorial. La Reserva Disponible comprende a los ciudadanos que hubieran prestado su servicio militar en la Fuerza Permanente y sean mayores de treinta años de edad, así como a los ciudadanos comprendidos entre los dieciocho y treinta años de edad que hayan recibido o se encuentren recibiendo entrenamiento en las unidades de Reservas Militares.
Por su parte, se encuentran dentro de la Reserva Movilizable todos los ciudadanos de treinta a cincuenta y cinco años que hubieren prestado servicio militar en la Fuerza Permanente o terminado su entrenamiento en las unidades de Reservas Militares.
Finalmente, los ciudadanos de dieciocho a cincuenta y cinco años de edad, no contemplados en la Reserva Disponible ni en la Reserva Movilizable constituyen la Reserva Territorial. En todo ello, se incorpora el ciudadano guatemalteco registrado para el Servicio Cívico.
3. Servicio Cívico
Para contribuir al desarrollo y a la Defensa del Estado, todo ciudadano guatemalteco tiene el derecho y el deber de prestar al país el Servicio Cívico, en forma personal y por el tiempo que determina la Ley de Servicio Cívico (Decreto Legislativo 20-2003).
Para la prestación de este servicio el ciudadano puede optar por el Servicio Cívico Social y Servicio Cívico Militar, considerados ambos en el artículo 135 constitucional, entre los deberes y derechos cívicos y políticos de los guatemaltecos.
Este servicio se sustenta en principios que priorizan la observancia de los Derechos Humanos, basándose en la universalidad e igualdad, de todos los guatemaltecos y guatemaltecas, con el reconocimiento y respeto del carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe que caracteriza a la Nación, en consonancia y armonía con las modalidades de organización de las comunidades, respetando sus formas de convivencia.
3.1 Objetivos
El objetivo del servicio cívico social, es que el ciudadano conozca y se involucre en la realidad social, económica y cultural del país. Estimulándolo a través del conocimiento social de la Nación y la solidaridad entre guatemaltecos, para promover la participación ciudadana en los problemas comunales y nacionales.
Por su parte, el servicio cívico militar, busca capacitar al ciudadano guatemalteco, voluntario o convocado por sorteo, para la defensa de la patria dentro de una doctrina militar respetuosa de los Derechos Humanos, valores cívicos, políticos y morales.
3.2 Formas de Prestación del Servicio Cívico
El servicio social es de dos clases: ordinario y permanente. El primero lo realiza el ciudadano a su selección, en forma continua diaria, alterna o fines de semana. El segundo se presta en forma continua, en relación de dependencia, en alguna entidad pública o privada.
Las áreas de acción en las cuales se desarrollan los planes del servicio social son: educación; salud; protección del ambiente; prevención y atención de desastres; infraestructura comunitaria; vivienda y desarrollo urbano y rural; asistencia técnica; promoción social y comunitaria; programas destinados a personas con discapacidad, la promoción de la mujer y la protección de la niñez y de las personas de la tercera edad; así como actividades deportivas, entre otras que por su naturaleza beneficien a las comunidades.
Por su parte, el Servicio Militar se orienta a preparar, organizar, adaptar e integrar los recursos nacionales de todo orden para suplir las necesidades de la guerra y de cualquier contingencia originada por la naturaleza o provocada por el ser humano.