Título: España. Libro Blanco de la Defensa 2000 - Apéndice C
APÉNDICE C
LA FUERZA NAVAL
Las características básicas de la Fuerza Naval vienen determinadas por el medio marítimo y por sus formas propias de acción. La mar es un espacio abierto donde se puede transitar libremente, sin afectar a la soberanía de ningún otro Estado, cerca del lugar donde se encuentran nuestros intereses. Los buques pueden permanecer largos períodos de tiempo en la mar con plena autonomía, lo que permite a las fuerzas desplegadas en una zona de operaciones actuar cuando se les ordene, aplicando con flexibilidad diferentes capacidades: aeronaval, anfibia, submarina, de medidas contraminas y de vigilancia marítima.
La misión primordial de las fuerzas navales es asegurar el libre uso de las vías marítimas de comunicación, interés de especial trascendencia en el caso de España, por tratarse de un país con extensas costas, archipiélagos y enclaves, muy dependiente del comercio y de la explotación de recursos marinos. El escenario estratégico no presenta, sin embargo, riesgos considerables para la navegación. Por este motivo, en la actualidad, las marinas de los países aliados, y nuestra Armada en particular, orientan sus capacidades a ejercer influencia desde la mar en zonas de operaciones costeras alejadas del territorio nacional, una misión también característica de la Fuerza Naval.
Estas capacidades constituyen un medio de acción particularmente idóneo para actuar en escenarios de crisis, aun cuando éstas se desarrollen en teatros muy lejanos donde nuestros intereses se encuentren afectados o en los que deba tener lugar la cooperación con los aliados. Ante situaciones poco definidas y de imprevisible evolución, la movilidad estratégica y la libertad de acción de las fuerzas navales suponen una aportación singular al esfuerzo conjunto, proporcionando tiempo para la intervención, según evolucione una crisis, del grueso de las fuerzas terrestres y aéreas, cooperando a su despliegue y reforzando o apoyando su actuación en la zona de operaciones.
[Ver Figura 1
]
La movilidad propia de los buques, su autosuficiencia logística y la posibilidad de proporcionarles aprovisionamiento en la mar son factores que facilitan la incorporación de las unidades navales a las agrupaciones multinacionales que se constituyan en situaciones de crisis, representando, por esta causa, un instrumento valioso para proporcionar una pronta respuesta internacional en un escenario de estas características y una oportuna y efectiva contribución de España a su control.
La Flota es el núcleo fundamental de la Fuerza Naval. Su Cuartel General se encuentra en Rota (Cádiz). Está constituida por buques, aeronaves y tropas de Infantería de Marina que, una vez organizados en fuerzas operativas para el cumplimiento de misiones concretas, en el ámbito nacional o en el aliado, proporcionan las capacidades adecuadas para actuar en la zona de operaciones que se determine.
[Ver Figura 2]
Además de las pertenecientes a la Flota, la Armada dispone de otras fuerzas asignadas a los Mandos de las Zonas Marítimas del Cantábrico, del Estrecho, de Canarias y del Mediterráneo. Estas Fuerzas de Zona tienen por misión ejercer la soberanía en aguas españolas, proteger el tráfico marítimo y proporcionar apoyo operativo y logístico a la Flota en el espacio marítimo vinculado a los intereses estratégicos permanentes de España.
Las fuerzas de la Flota se organizan en grupos, de acuerdo con el tipo de misiones que les corresponde realizar, y en flotillas o escuadrillas según sus características básicas. Esta estructura permanente facilita su adiestramiento y preparación, en general.
[Ver Figura 3]
El Grupo Alfa es un grupo de combate constituido por el portaaviones "Príncipe de Asturias", con sus medios aéreos embarcados, y las seis fragatas de la clase "Santa María" de la 41ª Escuadrilla que le sirven de escolta y le proporcionan el apoyo necesario para sus operaciones. Temporalmente, y de acuerdo con la misión, se le pueden asignar otras unidades.
La capacidad aeronaval del Grupo de Combate tiene por objeto mantener la superioridad naval suficiente en una campaña para actuar en escenarios de crisis, proteger las líneas marítimas de comunicación y ejercer influencia sobre tierra por medio de operaciones anfibias, incursiones aéreas u otras acciones.
[Ver Figura 4]
España fue pionera en el empleo de aviones de despegue vertical (VSTOL) desde plataformas navales, aspecto en el que ya posee una de las mayores experiencias del mundo. Esto hace económicamente viable para una nación dotada de medianos recursos disponer de aviación embarcada. Por eso, la Fuerza Naval se despliega en escenarios lejanos con gran flexibilidad, sin una dependencia absoluta del apoyo prestado por la aviación basada en tierra.
Además de las fragatas clase "Santa María", la Flota dispone de las cinco clase "Baleares" que forman la 31ª Escuadrilla, con base en Ferrol. Como principales buques de escolta, ambas clases de fragatas disponen de amplias capacidades antisuperficie, antisubmarina y antiaérea, por medio de sus sensores, armas y helicópteros embarcados. Son buques esenciales para constituir cualquier grupo operativo y para el ejercicio del control del mar.
La entrada en servicio de las nuevas fragatas F-100, en fase de construcción, ampliará considerablemente las posibilidades antisuperficie y antiaérea de la Fuerza Naval y proporcionará nuevas capacidades para una defensa aérea conjunta contra misiles de teatro.
Las seis corbetas clase "Descubierta" de la 21ª Escuadrilla, con base en Cartagena, complementan los escoltas de la Flota. Las corbetas son buques ligeros que, aunque limitados por su pequeño porte y sistemas de armas, disponen de capacidades adecuadas para ejercer misiones de control en aguas restringidas y para la protección del tráfico marítimo.
La capacidad anfibia de la Armada se basa en el Grupo Delta y en la Brigada de Infantería de Marina. En el marco estratégico actual, el empleo de las fuerzas anfibias ofrece una posibilidad singular de actuar con flexibilidad en una crisis, manteniendo tropas a flote en la zona de operaciones con capacidad para realizar acciones de objetivo limitado, misiones de evacuación de no combatientes, control de terminales logísticos para el posterior desembarco de otras fuerzas, y apoyo a las operaciones terrestres. Debido a su capacidad expedicionaria, las unidades de Infantería de Marina son también idóneas para el cumplimiento de misiones de paz.
[Ver Figura 5]
El Grupo Delta es un grupo anfibio que agrupa los medios navales de asalto destinados a proyectar en tierra las fuerzas de desembarco de Infantería de Marina. Se compondrá, básicamente, de dos buques de asalto de gran porte de la clase "Galicia", el segundo de los cuales se incorporará a la Flota en julio de 2001. Estas unidades disponen de amplia cubierta de vuelo y dique que les permiten operar con helicópteros, embarcaciones y vehículos anfibios. También forman parte del Grupo Delta otros dos buques de desembarco de carros de combate de la clase "Hernán Cortés". En operaciones se asignan al Grupo escoltas y otras unidades para proporcionarle protección y apoyo.
La Brigada de Infantería de Marina, integrada orgánicamente en el Tercio de Armada, proporciona las tropas necesarias para constituir las fuerzas de desembarco. Se compone de dos Batallones de Infantería, un Grupo Mecanizado con Carros M-60 y "Scorpion" y vehículos anfibios, así como misiles contra carro TOW sobre vehículo, un Grupo de Artillería compuesto de dos baterías de 105 mm y una batería ATP de 155, una batería de misiles antiaéreos MISTRAL, un Grupo de Apoyo de Servicios de Combate, un Grupo de Apoyo Aéreo y una Unidad de Operaciones Especiales.
[Ver Figura 6]
Las unidades aéreas de la Flota se agrupan orgánicamente en la Flotilla de Aeronaves. Esta unidad se compone de más de sesenta aeronaves, encuadradas en escuadrillas. Entre ellos se cuentan diecisiete aviones Harrier, seis helicópteros SH-60B LAMPS III, tres helicópteros (SH-3D) de guerra electrónica, nueve helicópteros (SH-3D) de guerra antisubmarina, diez helicópteros AB-212 destinados a transporte táctico de las fuerzas de desembarco, diez helicópteros de reconocimiento y adiestramiento Hughes-500 y tres aviones Cessna Citation para usos logísticos.
La capacidad submarina de la Armada se sustenta en la Flotilla de Submarinos, compuesta por cuatro submarinos de la clase "Galerna" y cuatro de la clase "Delfín". Los primeros tienen una autonomía operacional de 45 días. Los segundos, por su menor tamaño, bajo nivel de ruido y agilidad de maniobra, son unidades muy difíciles de detectar y neutralizar.
La Flota cuenta con dos buques de apoyo logístico, el Buque de Aprovisionamiento de Combate "Patiño" y el petrolero auxiliar de Flota "Marqués de la Ensenada". El primero tiene como misión principal proporcionar apoyo logístico (combustible, agua, municiones y víveres) a los Grupos Operativos para sostener su permanencia en la mar durante períodos prolongados. El segundo asegura el suministro de combustible.
Entre las Fuerzas de Zona Marítima, que prestan apoyo a las operaciones navales, se encuentran las de medidas contraminas, los buques de adiestramiento, los buques hidrográficos y oceanográficos y las unidades de vigilancia marítima. También están asignadas a las Zonas Marítimas las unidades de Infantería de Marina encargadas de la defensa y seguridad de las bases.
La capacidad de medidas contraminas de la Armada se basa en una Flotilla compuesta por cuatro cazaminas y ocho dragaminas. Esta Flotilla se encuentra en fase de renovación con la entrada en servicio de cuatro nuevos cazaminas clase "Segura", el primero de los cuales fue entregado a la Armada en 1999.
La actividad científica de los buques hidrográficos y oceanográficos es muy intensa. Hay que destacar las campañas científicas del "Hespérides" en aguas antárticas, donde opera con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y con la base antártica Juan Carlos I.