Título: España. Libro Blanco de la Defensa 2000 - Apéndice B
APÉNDICE B
LA FUERZA TERRESTRE
La Fuerza Terrestre es el componente de las Fuerzas Armadas específicamente concebido para obtener y mantener el control militar del territorio en una zona de operaciones. La ocupación física del terreno consolida los objetivos alcanzados en conjunción con otras fuerzas, sean nacionales o multinacionales, haciendo posible el establecimiento de una situación estable sobre la base de los resultados obtenidos en el curso de las operaciones.
La estructura de la Fuerza Terrestre está constituida por un variado conjunto de medios, organizados y preparados para realizar un amplio espectro de operaciones militares. En un esfuerzo por adecuarse a las exigencias del escenario estratégico, en el último decenio se abordó una reforma no sólo de la estructura y del despliegue de la Fuerza, sino también de sus propios fundamentos estratégicos, al evolucionar desde una concepción orientada casi exclusivamente a la defensa del territorio nacional a otra que, sin desatender este cometido esencial, amplía el ámbito de actuación a otros posibles escenarios en cumplimiento de misiones en el marco de las Organizaciones Internacionales de Seguridad a las que España pertenece.
Las operaciones de paz y ayuda humanitaria, así como las de control de crisis, imponen requisitos adicionales a los necesarios para las operaciones militares convencionales. Esta adecuación a las necesidades presentes, modela un carácter multifuncional de la Fuerza Terrestre que no debe disminuir su capacidad esencial de combate, sino en todo caso complementarla e incluso acrecentarla. De acuerdo con el denominado "Plan Norte", la modernización y aligeramiento de las unidades responden a criterios compartidos con nuestros aliados, por tender hacia fuerzas más flexibles, interoperables y dotadas de una gran movilidad. Según los planes trazados con objeto de articular una pronta respuesta en situaciones de crisis, existirán núcleos de reacción capaces de ser transportados a zonas de operaciones, si es preciso alejadas del territorio nacional, con suficientes medios de protección, potencia de fuego y apoyo logístico.
La Fuerza Terrestre se articula sobre la base de la brigada, como eje central de su estructura. Sin embargo, la flexibilidad en el tipo de respuesta que exigirán los conflictos multidireccionales del nuevo siglo, demanda una estructura capaz de satisfacer la más amplia variedad de compromisos internacionales mediante la segregación de módulos de fuerzas de las unidades orgánicas para su posterior asignación a estructuras operativas concebidas para la resolución de un conflicto. El empleo descentralizado de fuerzas, por tanto, debe constituir uno de los principios sobre el cual se oriente el adiestramiento.
La Fuerza Terrestre se estructura en una Fuerza Permanente, establecida desde tiempo de paz, y una Reserva Movilizable. Forman parte de la Fuerza Permanente la Fuerza de Maniobra, las Fuerzas de Defensa de Área y las Fuerzas Específicas para la Acción Conjunta. Las Fuerzas Movilizables de Defensa constituyen la Reserva Movilizable.
[Ver Figura 1
]
Esta estructura ha sido diseñada para permitir poner a disposición de la consiguiente estructura de Mando Operativo las fuerzas necesarias, bajo la cual realizarán sus misiones. En unas ocasiones podrá ser un Mando Operativo en el seno de la Alianza, en otras será un Mando Operativo Nacional al que se le transfieran las fuerzas terrestres, navales o aéreas necesarias para la ejecución de las operaciones, como se indica en el Capítulo VII.
La Fuerza de Maniobra constituye el núcleo principal y permanente de la Fuerza Terrestre. Sus medios se encuentran en elevado estado de disponibilidad y la facultan para actuar rápidamente en respuesta a situaciones de crisis. Sus unidades refuerzan a las Fuerzas de Defensa de Área frente a cualquier riesgo que amenace la integridad territorial o el ejercicio de la soberanía, actúan en el exterior en cumplimiento de los compromisos internacionales contraídos por España y se hallan en condiciones de colaborar con las Autoridades civiles en caso de catástrofes naturales o desastres similares.
Para cumplir estas misiones, tanto en el ámbito nacional como en el marco de los compromisos internacionales, la Fuerza de Maniobra se compone de una División Mecanizada, una Fuerza de Acción Rápida, una Brigada de Montaña, una Brigada de Caballería y un Núcleo de Apoyo con los medios necesarios de apoyo de fuego, de combate y logístico.
Las Fuerzas de Defensa de Área tienen por misión la defensa inmediata de las zonas insulares o plazas que guarnecen, dentro del territorio nacional, de acuerdo con los Planes de Operaciones correspondientes. También colaboran, en su ámbito, con acciones de protección civil.
Forman parte de estas Fuerzas, el Mando de Canarias y las Comandancias Generales de Baleares, Ceuta y Melilla.
Las Fuerzas Específicas para la Acción Conjunta son las destinadas a contribuir, junto con otros elementos de las Fuerzas Armadas, al desarrollo de capacidades conjuntas, como las de telecomunicaciones militares, y, conforme se determine, a los Planes de Defensa Aérea y a los de Control del Estrecho de Gibraltar.
Componen estas Fuerzas: el Mando de Transmisiones, con un regimiento de Transmisiones Estratégicas, un regimiento de Guerra Electrónica y un batallón de Servicios Especiales; el Mando de Artillería Antiaérea, con cinco unidades tipo regimiento y el Mando de Artillería de Costa, con dos regimientos.
Las Fuerzas Movilizables de Defensa tienen por misión contribuir a la defensa de los intereses de España, en conflictos que requieran efectivos superiores a los permanentes. Para ello, elaboran planes con el fin de incrementar la capacidad operativa de sus unidades, incluyendo la recepción, encuadramiento y adiestramiento de reservistas, mantienen en estado operativo el material y equipo de sus unidades y proporcionan apoyo, dentro de sus posibilidades, a acciones de defensa civil.
[Ver Figura 2]
Estas Fuerzas, para estar en condiciones de cumplir sus misiones, mantendrán desde tiempo de paz, organizadas, equipadas y con una mínima cobertura de personal, tres brigadas de Infantería, una brigada de Caballería, un regimiento de Artillería de Campaña y un regimiento de Especialidades de Ingenieros.
La Fuerza de Maniobra, como núcleo principal de la Fuerza Terrestre, requiere que su diseño, medios y funciones le habiliten para cumplir de la mejor manera sus misiones. Su estructura deberá ser equilibrada entre sus componentes ligeros y pesados, de manera que se combinen adecuadamente la rapidez de reacción con la potencia de combate. Ambos tipos de unidades deben tener capacidad para ser transportadas a la zona de operaciones, fuera o dentro de nuestro territorio de soberanía. La existencia de núcleos de fuerzas ligeras y pesadas permite la construcción flexible y gradual de las fuerzas operativas, para responder a la evolución de cualquier crisis o conflicto, incrementando la potencia de la fuerza cuando la escalada se produce y disminuyéndola progresivamente con la desescalada.
[Ver Figura 3]
Las fuerzas pesadas de la Fuerza de Maniobra se componen de la División Mecanizada 1 y la Brigada de Caballería II. La División constituye el elemento más potente de la Fuerza de Maniobra. Se compone básicamente de una brigada Acorazada y dos brigadas Mecanizadas que encuadran batallones de Carros de Combate y de Infantería Mecanizada, aunque en distinta proporción. Cuenta, además, con un Núcleo de Tropas Divisionario que incluye unidades de Artillería Autopropulsada, Caballería Ligera Acorazada, Ingenieros, Transmisiones, Artillería Antiaérea y Apoyo Logístico.
[Ver Figura 4]
Estas unidades disponen de medios de última tecnología, tales como el carro de combate Leopard y el vehículo de combate Pizarro, para constituir su potencia de combate y su capacidad de maniobra.
Las Fuerzas Ligeras están formadas por la Fuerza de Acción Rápida y la Brigada de Cazadores de Montaña. La Fuerza de Acción Rápida encuadra los elementos de maniobra de más alta disponibilidad. Se compone de una Brigada Paracaidista, una Brigada Aerotransportable y una Brigada de la Legión. Estas cuatro brigadas están dotadas de medios ligeros lo que facilita su movilidad estratégica, en particular por medios aéreos.
Las brigadas de la Fuerza de Acción Rápida contarán con los últimos avances en lo que al apoyo de fuegos y armas ligeras se refiere. Los nuevos cañones ligeros de 105 mm, la sustitución del fusil de asalto y la mejora de los medios de visión nocturna supondrán un gran impulso para su eficacia operativa.
[Ver Figura 5]
El cumplimiento de las misiones de las unidades de la Fuerza, con independencia de la estructura en la que se integren, requiere ineludiblemente la presencia, tanto de los apoyos necesarios para el combate, como de los de carácter logístico. Por un lado, las unidades de apoyo al combate, dotadas de medios de alta tecnología, permiten con sus fuegos o tareas específicas incrementar o complementar la capacidad combativa de las unidades; por otro, las unidades de apoyo logístico aseguran los recursos en el momento preciso y en el lugar adecuado para facilitar el cumplimiento de la misión. La centralización de los apoyos al máximo nivel y su homogeneidad con los de nuestros aliados compaginan la economía de medios con la eficacia del apoyo que requiere cada organización operativa.
El Núcleo de Apoyo a la Fuerza de Maniobra comprende un conjunto de medios de combate, apoyo al combate y apoyo logístico, que pueden ser empleados en refuerzo de las grandes unidades. Cuenta con unidades de Helicópteros, Operaciones Especiales, Artillería de Campaña, Artillería Antiaérea, Ingenieros, Transmisiones, Guerra Electrónica, Inteligencia, Defensa NBQ y Apoyo Logístico.
La modernización de la artillería lanza cohetes a la que se prevé dotar en el futuro de un nuevo sistema de lanzamiento múltiple conocido bajo las siglas de MLRS, y la modernización del sistema de mando y control, para mejorar su interoperabilidad con el de los aliados, constituirán un avance notable.
Dentro de este Núcleo de Apoyo, y por la creciente importancia del helicóptero como instrumento adecuado para mantener la iniciativa en las operaciones, hay que destacar el papel de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, que integran unidades de helicópteros de maniobra, de transporte y de ataque. Los dos primeros proporcionan movilidad a las unidades y les prestan apoyo logístico. Los terceros son plataformas dotadas de una amplia gama de armamento entre el que destacan los misiles de contracarro.
La Fuerza de Maniobra constituye, por tanto, un conjunto equilibrado de fuerzas, 4 brigadas ligeras y 4 pesadas, capaz de satisfacer en el marco conjunto las necesidades operacionales requeridas en cualquiera de los escenarios, nacional e internacional.
[Ver Figura 6]
En los escenarios de operaciones de paz y gestión de crisis en los que se pudiera necesitar la máxima urgencia de intervención, será capaz de poner en acción las fuerzas inmediatamente disponibles con capacidad limitada, pero suficiente para cada tipo de crisis. La entidad que se estima adecuada para esta respuesta de carácter inmediato es, como máximo, una de las cuatro brigadas ligeras existentes. Se deberá tener previsto de antemano su relevo, para lo cual las otras brigadas deberán estar permanentemente adiestradas y equipadas.
En los escenarios de conflicto armado limitado y conflicto generalizado, las fuerzas pesadas deberán estar en condiciones de entablar combate de alta intensidad y de soportar los efectos de las armas de destrucción masiva. Basarán su capacidad de respuesta en el alto grado de adiestramiento de sus unidades y en el avance tecnológico de sus medios, que les permitan actuar con precisión a larga distancia, obtener el máximo resultado de las acciones de vigilancia y alerta y combatir en todo tiempo. Su agilidad en la respuesta será tal que permita intervenir en el momento adecuado, posterior al desencadenamiento de la crisis, a una gran fuerza de entidad máxima de división. El desarrollo de las operaciones en el marco internacional, acrecentará la importancia de la interoperabilidad de los distintos sistemas tecnológicos y humanos.