Analizar el estado y las perspectivas de los estudios de seguridad y defensa en nuestra región implica establecer que el punto de partida de estos estudios - por fuera de los marcos restringidos de las instituciones específicas-, fue practicamente cero a lo largo de nuestra historia.
Aun en aquellos casos que desde los ámbitos estatales se pretendió involucrar a algunos actores de la sociedad en temas relacionados,- como nuestra propia EDN o la ESG de Brasil- sucedió que al igual que casi todas las Academias del tipo en América Latina su trabajo terminó dirigido a la discusión de las grandes estrategias nacionales y no a la reflexión, investigación y capacitación para los desafíos que la seguridad internacional y la defensa planteaban a los países y a la formación de cuadros civiles para que se encargaran de la conducción política de tales asuntos.
Además durante los largos períodos de gobiernos de facto y aun en los pequeños periodos de gobiernos democráticos intergolpes, estas instituciones fueron consideradas muchas veces por los militares como lugares de reclutamiento de cuadros propia tropa(1) y formas de pseudo legitimación de los golpes a través de la relación que en esos estudios se lograba con diversas elites.
Debe agregarse que durante la vigencia de la Guerra Fría el papel de custodios del control social que asumieron todas las FFAA a través de la DSN -ya fuera en su versión conservadora en los países del Cono Sur o reformista en los países del pacto Andino-, llevaron a colocar al enemigo al interior de las propias sociedades. Como señala con total lucidez OLMEDA (2) en su análisis de la realidad española esto lleva a la imposibilidad de que la sociedad acceda a conocer sobre temas de seguridad y defensa. Uno puede comprender que el ultimo equipo de inteligencia electrónica que posea el EP·3 pueda ser secreto. Pero si este secreto se extendiese a toda la política de seguridad y defensa y los ciudadanos de los EEUU no tuvieran todos los años le informe del DOD acerca de como se van a gastar los billones de dólares de su gasto militar seguramente su preocupación por estos temas sería también muy bajo.
Exactamente esto es lo que sucedió en nuestros países. Jamás existió una formulación expresa sobre políticas de seguridad y defensa y por lo tanto como nadie ama lo que no conoce y la cultura del secretismo incluía todo, nadie podía conocer, ni valorar y yo agregaría nadie investiga sobre lo que no valora y sin investigación no hay producción de conocimiento. Por lo tanto mientras repetíamos que la defensa es un tema de todos, lo era solo de los militares en sus claustros y no de los ciudadanos.
(1) Expresión con la que se hace referencia a personal no militar pero que comparte los puntos de vista de la institución en lo referente a aspectos políticos.
(2) BAÑON Rafael y OLMEDA Jose Antonio (comp.); "Las instituciones militares en el Estado Contemporáneo", Alianza Universidad, Madrid, 1985.
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