Título: Ecuador. Libro Blanco de la Defensa Nacional - Prólogo
PRÓLOGO
Como responsable de ejecutar la política de defensa nacional en el ámbito militar y de administrar las Fuerzas Armadas nacionales, siento una profunda satisfacción al presentar públicamente este documento inédito, como testimonio fehaciente de la sólida unidad civil-militar en el país y del espíritu patriótico, amante de la libertad y la paz, características innatas del pueblo ecuatoriano.
Este libro constituye la primera obra que, en su género, ha sido escrita en el Ecuador y explica en forma pública y transparente las políticas de defensa; es una iniciativa que surgió en el Ministerio de Defensa Nacional y es presentada como una respuesta a los imperativos que marcan el escenario geoestratégico actual, buscando la participación de la sociedad y del Estado en el tratamiento de los asuntos de la seguridad y defensa, fortaleciendo la cultura de defensa y respondiendo a la nueva intensidad con que se cumplen los roles de las Fuerzas Armadas.
Las rápidas transformaciones que suceden en el escenario mundial nos hacen pensar que asistimos a un cambio de época, en la cual, surgen nuevos paradigmas e imperativos políticos estratégicos que inciden directamente en la vida de los Estados y que condicionan su desarrollo y seguridad.
En la región sudamericana, los viejos paradigmas de la guerra fría fueron ya sobrepasados y también disminuyen los recelos y probabilidades de ocurrencia de conflictos convencionales entre Estados. Los espectros de la disuasión y el armamentismo son sustituidos por la cooperación y la confianza vecinal, favorecidas por los procesos de integración subregional y regional; todo esto se manifiesta por un notable fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, económicas, culturales y militares entre los países, los cuales han privilegiado la adopción de medidas de fomento de la confianza mutua, como mecanismo efectivo para la previsión y prevención de conflictos.
Sin embargo, este alentador panorama político regional no tiene correspondencia con la realidad económica internacional, en la cual el fenómeno globalizador ha encontrado a nuestros países mal posicionados y peor preparados para aprovechar sus ventajas.
En el ámbito interno de los Estados se presentan problemas de gobernabilidad que son agravados por el aumento de la pobreza, indigencia y la corrupción, factores de desequilibrio que afectan a la democracia y a las expectativas de desarrollo de los pueblos. Junto con estos flagelos, la extensión del narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado, la depredación del ambiente y las catástrofes naturales ponen a prueba permanentemente la eficacia de los sistemas de defensa de nuestras naciones.
Los asuntos de la defensa nacional no son de responsabilidad exclusiva del sector militar, sino de la sociedad en su conjunto, ya que la debemos entender como un bien público y como un derecho y un deber ciudadanos, que deben fundamentarse en una relación civil-militar transparente y solidaria, generadora de valores éticos y cívicos compartidos, que integren a todos los sectores y niveles de la sociedad ecuatoriana para preservar el ordenamiento jurídico, la soberanía, la paz y el bienestar ciudadano, a fin de lograr, todos, el bien común.
El Ecuador se proyecta como un Estado que ha presentado un camino propio y peculiar dentro del contexto regional; las características de su evolución histórica han determinado que las relaciones civiles-militares sean un ejemplo para el entorno; la transición al período democrático actual, lejos de significar un factor de confrontación o división, determinó una continuación de la relación fraterna y patriótica entre su pueblo y las Fuerzas Armadas.
El papel de las Fuerzas Armadas en la vida nacional ha determinado que ocupen un lugar de privilegio como una de las instituciones de mayor credibilidad en el país, en base a su profesionalismo y a su permanente esfuerzo por el bienestar de los grupos más vulnerables, en especial en aquellos sectores alejados de los centros de desarrollo del país. Este reconocimiento constituye una de las mayores motivaciones para el ciudadano uniformado.
La institución militar siempre ha estado presente en la evolución política y social del país, contribuyendo decisivamente a la afirmación de la nacionalidad e identidad ecuatoriana y constituyendo la garantía del sistema democrático; existe para la defensa nacional y en este sentido se debe exclusivamente a la nación. Es a través de la institución militar como el Estado cumple su función de defensa, constituyéndose en salvaguardia del mantenimiento de la democracia y en factor decisivo para el desarrollo de la nación.
Los objetivos de la defensa nacional son ejercer un control efectivo del espacio territorial para salvaguardar la integridad y soberanía del Estado; proteger la vida de la población y los recursos; garantizar el ordenamiento jurídico del Estado ecuatoriano a través de la preservación del estado de derecho y de las instituciones democráticas; fortalecer la conciencia nacional y la participación ciudadana para cumplir las tareas de la defensa, y contribuir a la seguridad y la paz mundial, a través de acciones como la participación en operaciones de mantenimiento de la paz en el marco de la Organización de las Naciones Unidas. El cumplimiento de estos objetivos requiere de unas Fuerzas Armadas afirmadas en sólidos valores institucionales, dotadas de capacidad operativa y sujetas a una administración eficaz y transparente.
Las asignaciones presupuestarias para la defensa nacional no cubren los requerimientos operativos y así, la escasez de recursos se ha convertido en una constante de la economía de defensa; sin embargo, las Fuerzas Armadas, cumpliendo sus obligaciones, han mantenido una actitud solidaria y responsable, en correspondencia con la realidad económica del país, demandando sólo los recursos indispensables para su funcionamiento.
En este año, el Ministerio de Defensa Nacional tomó la iniciativa de emprender uno de sus proyectos más ambiciosos: la elaboración del libro "Política de la Defensa Nacional del Ecuador". Es la primera vez que se plantea abiertamente la elaboración participativa de la política que orientará la defensa nacional a mediano plazo y que expresa públicamente la visión que tiene la nación ecuatoriana sobre la seguridad y defensa nacionales, así como de las actividades de las Fuerzas Armadas.
Para lograrlo se organizó un diálogo nacional abierto, incorporando a los principales actores políticos, sociales, económicos y militares en el análisis de la temática relativa a la defensa nacional. La discusión se realizó en atención a la realidad del país, sobre la base de jornadas realizadas en Quito, Guayaquil y Cuenca, con amplia participación ciudadana. El evento desarrollado en la capital tuvo un carácter internacional e incorporó a connotados especialistas extranjeros en el tema, contando además con la participación de los principales actores nacionales de la región centro, norte y amazónica; esta acción permitió abrir el debate nacional sobre el tema. En la ciudad de Guayaquil el evento contó con la participación de ciudadanos de la región litoral, teniendo como anfitriona a la Universidad de Guayaquil. Posteriormente en la Universidad de Cuenca se incorporaron los principales actores del austro ecuatoriano. Estos esfuerzos fueron complementados con otras relevantes iniciativas académicas, como las desarrolladas por el Instituto de Ciencias Internacionales de la Universidad Central del Ecuador, la Escuela Superior Politécnica del Ejército, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, a través del proyecto NED.
El diálogo estuvo marcado por la participación democrática de los actores convocados y de aquellos ciudadanos que espontáneamente participaron en los eventos o a través de su opinión manifestada en la página web que el ministerio abrió para tal efecto. Los resultados de este encuentro nacional, no sólo sirvieron para estructurar los lineamientos del documento, sino también nos presentaron el parecer de la sociedad en asuntos relacionados con la seguridad y defensa, constituyendo un insumo valioso para la inmediata toma de decisiones en estos importantes asuntos de Estado.
La elaboración de esta política de la defensa nacional guarda directa correspondencia con la modernización del Estado y contribuirá al fortalecimiento democrático de la sociedad ecuatoriana. En su proyección exterior, concilia los progresos que se realizan en el marco de la seguridad internacional y la defensa regional, facilitando el establecimiento de medidas estables de fomento de la confianza mutua.
La publicación de esta obra por parte del Ministerio de Defensa Nacional del Ecuador, la tercera de su género en la región, constituye un aporte al estudio de la temática y un referente necesario para la elaboración de instrumentos similares. Las nuevas características del escenario geoestratégico mundial han obligado a los países a actualizar sus agendas de seguridad y defensa. De manera coincidente, Estados Unidos ha publicado recientemente la "Estrategia de seguridad nacional", la cual necesariamente constituirá un referente para los futuros lineamientos de la seguridad hemisférica.
En el futuro, este documento deberá ser perfeccionado para asegurar un compromiso democrático de todos los sectores de la sociedad ecuatoriana, materializando así la responsabilidad compartida en la defensa nacional. Pese a la complejidad interna, las características diferenciales hacen del pueblo ecuatoriano una sociedad donde los civiles y militares trabajamos juntos con la esperanza de aprovechar las oportunidades del nuevo escenario mundial que deben proyectar al Ecuador en un futuro de paz y progreso. Este trabajo compartido y democrático es prueba de ello y constituye también un aporte decisivo a la seguridad regional y continental.
Hoy, es preciso renovar nuestra confianza en las capacidades y potencialidades del pueblo ecuatoriano, un pueblo sencillo y bravío, amante de la paz y la libertad; por ello, recordemos una vez más aquel imperativo del pensador lojano Benjamín Carrión, quien propuso construir una patria grande en un país pequeño.
Almirante Hugo Unda Aguirre
Ministro de Defensa Nacional