Título: Libro de la Defensa Nacional de Chile - PARTE V: Los Medios de la Defensa
1. EL EJÉRCITO DE CHILE
El Ejército de Chile nació con y para la patria. Su historia sintetiza no sólo su vocación
de entrega por la defensa de la patria, sino que recuerda su invicta trayectoria en las
jornadas bélicas que el país enfrentó en el pasado. Junto a lo anterior se destaca su
contribución a la paz internacional, a la consolidación del territorio y, en general, a los
desafíos de seguridad y desarrollo que el país enfrenta.
1. MISIÓN DEL EJÉRCITO
El Ejército tiene por misión contribuir a mantener la integridad territorial y la
soberanía nacional. En consecuencia, le corresponde participar en la defensa terrestre
del país ante toda acción impulsada desde el exterior que amenace o
atente contra ellas.
Cumple su misión mediante una eficiente preparación y el correcto empleo de
sus potenciales humanos y materiales en la ejecución de las siguientes actividades:
1.1. De Carácter Nacional
Desarrolla y mantiene el alistamiento operacional de sus fuerzas mediante la
docencia, instrucción y el entrenamiento de combate.
1.2. De Carácter Internacional
Participa en iniciativas del Estado tendientes al resguardo de la paz y la seguridad
internacionales bajo mandato de las Naciones Unidas. En el ámbito de la
Organización de Estados Americanos (OEA), participa en la Junta Interamericana
de Defensa (JID) y está representado en el Colegio Interamericano de Defensa
(CID).
Asimismo, como uno de sus miembros fundadores, el Ejército desempeña un
activo papel en la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA), organismo castrense
multilateral que tiene como objetivo promover una estrecha integración
y cooperación entre los ejércitos americanos para el estudio conjunto de los
problemas de interés mutuo en el ámbito de la seguridad y defensa del continente.
2. ORGANIZACIÓN
De manera sintética, la estructura general del Ejército se muestra en el cuadro
siguiente: (Ver Gráfico 12)
2.1. Mando Superior
Lo ejerce el Comandante en Jefe del Ejército (CJE), como máxima autoridad
institucional. Bajo el mando del Comandante en Jefe se encuentran las distintas
Unidades Operativas que cubren el territorio nacional, y los diferentes Comandos
de formación, apoyo y otros eminentemente técnicos.
Ahora bien, de la Comandancia en Jefe dependen organismos de asesoría, Unidades
Operativas y Comandos. En el primer grupo, como organismo de asesoría
principal para la toma de decisiones, se encuentra el Estado Mayor General
del Ejército, entidad que, de acuerdo con las principales funciones de la gestión
institucional, cuenta con las siguientes direcciones:
- Dirección del Personal del Ejército.
- Dirección de Inteligencia del Ejército.
- Dirección de Operaciones del Ejército.
- Dirección de Logística del Ejército.
- Dirección de Educación del Ejército.
- Dirección de Racionalización y Desarrollo del Ejército.
- Dirección de Finanzas del Ejército.
En ese mismo nivel se encuentran la Secretaría General, la Auditoría General,
la Inspectoría General y el Centro de Estudios e Investigaciones Militares.
2.2. Unidades Operativas
La presencia del Ejército en el territorio nacional se materializa por medio de
las diferentes guarniciones militares, desde las que se ubican en el altiplano chileno,
en el extremo norte, hasta las que están en la Antártica chilena. En lo fundamental,
los medios que las cubren se encuadran en unidades operativas, que
reciben la denominación de Divisiones, bajo cuya jurisdicción se encuentran
unidades denominadas regimientos y batallones. El despliegue de paz de estas
Unidades Operativas, de norte a sur, es el siguiente:
- VI División de Ejército: cubre la jurisdicción de la I Región, con su cuartel
general ubicado en la ciudad de Iquique.
- I División de Ejército: cubre la jurisdicción de la II y III regiones, con su
cuartel general en la ciudad de Antofagasta.
- II División de Ejército: cubre la jurisdicción de la IV, V y VI regiones, además
de la Región Metropolitana, con su cuartel general en la ciudad de Santiago.
- III División de Ejército: cubre la jurisdicción de la VII y VIII regiones, con
su cuartel general en la ciudad de Concepción.
- IV División de Ejército: cubre la jurisdicción de la IX y X regiones, con su
cuartel general en la ciudad de Valdivia.
- VII División de Ejército: cubre la jurisdicción de la XI Región, con su cuartel
general en la ciudad de Coyhaique.
- V División de Ejército: cubre la jurisdicción de la XII Región, con su cuartel
general en la ciudad de Punta Arenas. (Ver Gráfico 13)
2.3. Capacidades y Medios
Globalmente, el Ejército se estructura en torno a una adecuada organización del
mando y de las fuerzas, en el marco de sistemas operativos, permitiendo conformar
su potencial de paz y de guerra. El Ejército radica su mayor potencialilos organismos encargados de proporcionar capacitación, soporte administrativo,
logístico y técnico a las distintas unidades del Ejército. Algunos de los comandos
cumplen una función dual, es decir, además de las propias de la función
militar colaboran al desarrollo nacional en diferentes aspectos. Estos Comandos
son los siguientes:
a) Comando de Apoyo Logístico (CALE)
Ejecuta la acción logística para toda la Institución, satisfaciendo las necesidades
de vida y combate de las tropas en todas las áreas y servicios, tales como
Intendencia, Sanidad, Transporte, Material de Guerra y Veterinaria, que
realiza a través de las funciones de Mantenimiento, Atención, Abastecimiento
y Reparación.
b) Comando de Apoyo Administrativo del Ejército (CAAE)
Administra el sistema de apoyo y bienestar del personal de la Institución,
para lo cual cuenta con diversas instalaciones a lo largo del país. De él dependen
los servicios de apoyo administrativo, tales como Bienestar Social,
Viviendas Fiscales, y Fomento de la adquisición de Vivienda Propia para el
personal, Centros Recreacionales, Servicio Religioso, Servicio Funerario, y la
Oficina de Información Familiar para los Soldados Conscriptos.
c) Comando de Industria Militar e Ingeniería (CIMI)
Centraliza toda la actividad de la industria militar en la Institución, agrupando
bajo un mismo mando a las diferentes instalaciones industriales del
Ejército. Por intermedio de los diferentes organismos del CIMI —las Fábricas
y Maestranzas del Ejército (FAMAE), el Instituto Geográfico Militar
(IGM) y el Instituto de Investigación y Control (IDIC)—, el Ejército presta el
apoyo más significativo al desarrollo y a la industria nacional.
d) Comando de Ingenieros del Ejército (CINGE)
Tiene por misión asesorar al CJE en materias relacionadas con infraestructura
militar, administración del patrimonio institucional de propiedades y
predios, y la ejecución de proyectos y obras de infraestructura vial por medio del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT).
e) Comando de Telecomunicaciones del Ejército (CTE)
Tiene por misión asesorar al CJE en materias relacionadas con telecomunicaciones,
guerra electrónica e informática, y administra el sistema de telecomunicaciones
institucional, materializando el sistema de mando y conducción
del Comandante en Jefe del Ejército.
f) Comando de Salud del Ejército (COSALE)
Administra el sistema de salud de la Institución y presta servicios médicos
y sanitarios por medio de una red de instalaciones. Esta capacidad permite
apoyar de forma especial en algunos servicios a entidades de salud pública
y privada. Su mayor instalación es el Hospital Militar de Santiago.
Finalmente, en el mismo nivel de las Unidades Operativas y los Comandos se
encuentran la Comandancia General de la Guarnición del Ejército de la Región
Metropolitana, en Santiago, y la Brigada de Aviación de Ejército con sede en la
ciudad de Rancagua, VI Región. (Ver Gráfico 14)
2.6. Armas y Servicios
El Ejército está conformado por Armas y Servicios de diversas características
que cumplen funciones diferenciadas, tanto en forma individual como de modo
combinado. Las Armas son: Infantería, Artillería, Caballería Blindada, Ingenieros
y Telecomunicaciones. En los servicios se encuentran los logísticos y los administrativos.
Los servicios logísticos son los de Material de Guerra, Intendencia,
Transporte, Sanidad y Veterinaria. Los Servicios administrativos, en tiempo
de paz, son los de Ayudantía General, Justicia Militar, Policía Militar, Religioso
y Bienestar; en tiempo de guerra, se agregan los de Sepultura y Reemplazos.
3. VISIÓN ESTRATÉGICA
El Ejército de Chile se encuentra desarrollando un “cambio estratégico integral”.
Este cambio consiste en un proceso de modernización basado en la incorporación
de los conceptos de proyección de la fuerza e interoperatividad, y del fortalecimiento
del modelo vocacional-profesional, de la integración institucional
a la sociedad y de su compromiso con el espíritu republicano. (Ver Gráfico 15)
3.1. Ámbitos de Acción
El Ejército de Chile participa permanentemente en la vida nacional. Genéricamente,
su accionar se ve reflejado en cuatro áreas básicas de actividad, las que
concentran las principales tareas de la función militar. Desde esta perspectiva,
el Ejército, dado su despliegue territorial, sus capacidades estratégicas y su aporte
al campo político-estratégico, trabaja para la consecución de los objetivos de
la Política de Defensa y contribuye a la Política Exterior. Asimismo, como parte
integrante de la sociedad, el Ejército colabora con el desarrollo nacional en virtud de sus actividades ligadas a ámbitos como el tecnológico y el industrial y
mediante el eficaz y racional empleo de sus capacidades y potencialidades.
El ejercicio de una efectiva disuasión es fundamental para reducir amenazas, especialmente
en un escenario de incertidumbre. Con ello se busca preservar la
paz, y reducir las posibilidades de ocurrencia de crisis y conflictos en el plano internacional. Con este objetivo, el nuevo diseño de las fuerzas en aplicación
potencia las propias capacidades estratégicas y permite alcanzar una mayor interoperatividad
con las demás instituciones de la defensa nacional.
Junto a este ámbito propio de las instituciones armadas, los esfuerzos del Ejército
se orientan a una segunda área de acción estratégica: la cooperación, como
una expresión de los intereses del Estado de Chile en el exterior. Para cumplir
con este propósito, se da prioridad a la participación en misiones de paz bajo
mandato de la ONU, actividad en la que la presencia de Ejército data de 1948.
Asimismo, participa en instancias que aportan al fortalecimiento de los procesos
de integración bilateral y regional.
A las áreas señaladas, se suman otras dos, especialmente relevantes no sólo por
el impacto que han tenido a través de la historia, sino porque, además, son propias
de la dimensión institucional y del despliegue territorial que el Ejército posee.
Se trata de las tareas de colaboración al desarrollo y contribución a la unidad
y cohesión nacionales, supuestos básicos para una efectiva defensa.
Así, la colaboración al desarrollo nacional va más allá de la presencia en todo el
territorio, ya que se manifiesta en la capacitación de jóvenes a través del Servicio
Militar; la entrega —por medio del Instituto Geográfico Militar— de cartografía
terrestre convencional y digital, así como de textos complementarios a la
educación. A su vez, el Instituto de Investigación y Control constituye el organismo
oficial del Estado para el control de calidad en diferentes rubros y la Dirección
de Fomento Equino y Remonta colabora al mejoramiento del ganado
equino agrícola del país. Otro aspecto lo constituye la labor de integración física
del territorio nacional, mediante las funciones que cumple el Cuerpo Militar
del Trabajo y su capacidad para actuar en casos de emergencias y catástrofes.
Por su parte, el Centro de Estudios e Investigaciones Militares (CESIM) incentiva
la investigación académica en el ámbito de la defensa y participa en el área de la ciencia y tecnología, mediante la suscripción de convenios con entes públicos,
privados y universitarios, para integrar el conocimiento de este ámbito
en temas de interés nacional.
Finalmente, el Ejército contribuye a la unidad y cohesión social tanto por los
efectos de su despliegue territorial, como por incluir en sus filas un amplio grupo
humano representativo de la sociedad chilena. Esta realidad le otorga rasgos
que pocas instituciones públicas poseen y con su acción contribuye a transmitir
las características de la sociedad chilena de generación en generación.
4. EL PROCESO DE MODERNIZACIÓN
El proceso de modernización considera la transformación y el mejoramiento de
capacidades, de estructuras y de gestión que permitan al Ejército adecuarse a
las exigencias que le imponen tanto el acontecer nacional e internacional como
el rápido cambio tecnológico.
En lo fundamental, el proceso está orientado a desarrollar una organización moderna,
de gran especialización y con unidades de alto rendimiento y eficiencia.
También apunta a incrementar las capacidades del personal, de modo que adquiera
las habilidades necesarias para el empleo de sistemas de armas complejos.
De esta forma el Ejército contribuye a que el país ejerza un adecuado nivel
de disuasión y, a su vez, logra obtener las capacidades necesarias para cooperar
con las misiones de las Naciones Unidas.
En el proceso se originan tareas que requieren, en algunos casos, de profundos
cambios institucionales en diferentes niveles, con el objetivo de incorporar tal
especialización y conseguir fluidez y certeza en la toma de decisiones.
Por lo tanto, el esfuerzo modernizador apunta a concretar un diseño de las fuerzas
en forma gradual, bajo una perspectiva realista acorde a la disponibilidad de
recursos económicos. Esto significa materializar periódicas resoluciones que, en
el plazo inmediato, permitan continuar con este proceso y que, posteriormente,
den cuerpo a los cambios previstos hasta el año 2013. Así, todas las actividades
que impliquen modificaciones de orgánicas, transformación de instalaciones
o movimientos de personal estarán sustentadas en un estudio de factibilidad integral, debidamente dimensionado y concordante con las capacidades institucionales.
4.1. Fundamentos del Cambio Estratégico
Los elementos que dan fuerza al proceso de modernización, iniciado en 1992,
son los siguientes:
a) Proyección de la Fuerza: este concepto alude al propósito de alcanzar una
capacidad de empleo en distintos escenarios, en breve tiempo y con fines de
disuasión y cooperación, tanto en el plano nacional como internacional. En
virtud de ello, la Institución evoluciona hacia una estructura más funcional,
flexible y modular.
b) Interoperatividad: apunta a optimizar la integración operativa, tanto en el
plano nacional como en el de la interacción con ejércitos de otros países que
forman parte de fuerzas en operaciones de paz, para operar eficientemente
en un contexto de multifuncionalidad.
c) Modelo Vocacional-Profesional: sus integrantes participan del espíritu de
servicio y de un alto desempeño profesional, como elementos centrales para
el cumplimiento eficiente de la función militar.
d) Institución integrada a la sociedad: contribuye al país en tiempo de paz,
de crisis y de guerra, en el marco de una doctrina institucional que confirma
su vocación de servicio.
e) Institución comprometida con los principios constitucionales: es decir,
que se fundamenta en las bases de la institucionalidad establecidas por la
Constitución Política y que son expresión de la tradición republicana del
Chile independiente.
4.2. Objetivos del Proceso de Modernización
Los objetivos que orientan el proceso modernizador del Ejército son:
a) Reforzar la racionalización, completación y entrenamiento de unidades e
incorporar a la organización una concepción moderna sobre estructura y
gestión.
b) Continuar con el proceso de racionalización de la administración de los
recursos financieros entregados por el Estado.
c) Optimizar los sistemas de gestión de los recursos humanos de la Institución
por medio de la incorporación de nuevas tecnologías y procedimientos
administrativos.
d) Completar los sistemas de armas y medios técnicos que requieren usar
las unidades operativas, por medio de la incorporación, reposición o repotenciamiento
de los elementos existentes.
e) Reestructurar el sistema docente y de entrenamiento.
f) Mejorar la infraestructura institucional.
g) Aportar a las operaciones de paz de las Naciones Unidas en las que el Estado
resuelva participar.
h) Potenciar el área de la ciencia y tecnología.
i) Optimizar las modalidades de ejecución del Servicio Militar, conforme al marco que regula la modernización del SMO.
4.3. Etapas del Proceso de Modernización
El Ejército de Chile se encuentra dando cumplimiento a las previsiones contenidas
en el “Plan Alcázar”, documento matriz del proceso modernizador. En términos
generales, este Plan estableció como objetivo central la racionalización y
optimización de los medios humanos y materiales de la Institución, en forma
armónica con la realidad política, social, cultural y económica del país. Por lo
tanto, recoge el esfuerzo de modernización en que está empeñado el Ejército y
considera las siguientes etapas de desarrollo:
- I Etapa: Iniciada en 1992 y finalizada en 1998.
- II Etapa: Iniciada en 1998, con un horizonte temporal extendido hasta el
año 2013.
Para dar cumplimiento al proceso de modernización descrito, el Ejército desarrolla
dos tipos de proyectos: los globales, que benefician a la Institución en
su conjunto, y los específicos, que van en directo apoyo de cada una de las Altas
Reparticiones, Comandos y Unidades Operativas.
En este contexto, se encuentran en diferentes estados de avance las siguientes
actividades:
a) Reestructuración del sistema docente y de entrenamiento institucional
para aumentar el grado de capacitación del personal y permitirle mejorar su
eficiencia profesional en el empleo de los nuevos sistemas de armas.
b) La Escuela Militar, la Academia de Guerra y la Academia Politécnica Militar,
bajo un nuevo concepto educacional, se encuentran ejecutando programas
de estudio y desarrollo de post títulos y post grados en el área de las
ciencias militares, algunos de ellos con una importante participación de profesionales
del ámbito civil.
c) Reorganización de unidades, involucrando la incorporación, reposición y
complementación de sistemas de armas y medios técnicos modernos, bajo
el concepto de cumplimiento de tareas en un sentido global durante los períodos
de paz, de crisis, de guerra y en situaciones de catástrofes.
d) Optimización de la investigación tecnológica por parte de organismos institucionales,
con capacidad de contribuir al desarrollo nacional.
e) Desarrollo de unidades logísticas y sistemas de apoyo a las tropas, en concordancia
con las actuales y futuras capacidades de las unidades.
f) Renovación y ampliación de la infraestructura militar, social y de bienestar.
5. PLANIFICACIÓN
El Desarrollo de la Fuerza es el conjunto de acciones previstas entre el 2002 y
el 2006 destinadas a completar las unidades y lograr que el Ejército estructure
su nueva organización y diseño de la fuerza, asegure su racionalización y, a la
vez, incorpore como un todo a su quehacer la educación, la gestión y la plena
integración de los subsistemas de apoyos administrativos y logísticos.
Ante la imposibilidad de predecir con certeza las diferentes variables que pueden
influir al configurar conceptualmente un horizonte temporal deseado en el
largo plazo (2013), se ha optado por definir una fase de consolidación, entre el
2006 y el 2010, año que coincide con el bicentenario de la independencia de Chile.
Con posterioridad a ese año es probable que las previsiones consideradas en
el “Plan Alcázar” al 2013 se mantengan vigentes. (Ver Gráfico 16)
6. LA MUJER EN EL EJÉRCITO
La presencia de la mujer en el Ejército se remonta a las guerras contra la Confederación
Peruano-Boliviana de la primera mitad del siglo XIX. Posteriormente,
la mujer participa en la Guerra del Pacífico, donde, pese a acompañar a las
tropas en labores de apoyo y de sanidad, no vacila en tomar las armas y cumplir
heroicos papeles en las campañas militares.
Por decreto supremo Nº 317, del 19 de agosto de 1974, se establece la creación
de la Escuela del Servicio Auxiliar Femenino del Ejército y el Servicio Femenino
respectivo. A partir del año 1975 se modifica la ley con el objetivo de incorporar
a la planta de la institución al personal de Oficiales y Suboficiales femeninos
egresado de la Escuela del Servicio Auxiliar Femenino.
Durante la década de los 90, y de acuerdo al Plan de Modernización del Ejército
de Chile, se produjeron cambios importantes para las integrantes femeninas
uniformadas. Es así como en el año 1995 se dispuso el cierre de la Escuela del
Servicio Femenino Militar con el propósito de que las Oficiales y Suboficiales
egresen de las Escuelas Matrices.
Con las nuevas modificaciones del D.F.L. Nº 1 “Estatuto del Personal de las
FF.AA.”, de 1997, se estableció el tiempo de requisito en los grados para las Oficiales,
extendiéndose a 30 años de servicios, válidos para el retiro, y se creó
además la vacante de Coronel como Oficial de Línea en el Escalafón del Servicio
Femenino Militar. Se abrieron también para las Oficiales los escalafones de
Intendencia y Material de Guerra, así como de las Armas de Apoyo de Combate
—Artillería, Ingenieros y Telecomunicaciones— integradas hasta esa fecha sólo
por personal masculino. De esta forma, la mujer tiene hoy la posibilidad de
acceder hasta el grado de General.
Al Servicio Femenino Militar se le establece un nuevo papel relacionado con la
Administración de Personal, en virtud de lo cual las integrantes de este Servicio se desempeñarán en tareas de asesoría de personal en las Altas Reparticiones,
Comandos, Unidades Operativas y Unidades Tácticas, en reemplazo de los Oficiales
de Armas que se desempeñan en estos puestos. Asimismo, para el Cuadro
Permanente se definieron nuevas áreas de perfeccionamiento a partir del
año 1997 y con ello la Escuela de Suboficiales materializa el egreso de personal
femenino en los Escalafones de Sanidad, Intendencia y Ayudantía General.
La participación de la mujer en el Ejército ha conocido un efectivo avance, traduciéndose
en una neta contribución al profesionalismo de la Institución. Las
posibilidades de desarrollo personal y profesional que la mujer chilena encuentra
hoy en esta rama castrense se ven reflejadas en el aumento de vacantes ofrecidas
por las Escuelas Matrices para satisfacer el creciente interés de las mujeres
por la carrera militar. El ingreso del personal femenino a las Escuelas Matrices
no tiene como propósito reemplazar al personal masculino, sino integrar
a la mujer en la Institución, de tal modo de potenciar la estructura de la fuerza.
Asimismo, el esfuerzo de incorporar a la mujer a las actividades del Ejército ha
alcanzado a la conscripción con el impulso al cumplimiento voluntario del Servicio
Militar por jóvenes chilenas.