Título: El "Subdesarrollo": factor potencial de desintegración social y amenaza política a la seguridad internacional

Fecha: 01/10/2002
Idioma: español

EL "SUBDESARROLLO" FACTOR POTENCIAL DE DESINTEGRACIÓN SOCIAL Y AMENAZA POLÍTICA A LA SEGURIDAD INTERNACIONAL
Dr. Ing. Luis Clementi
bellcom@netizen.com.ar
Presidente del Movimiento de Integración y Desarrollo
Distrito Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
I. Resumen
Dos terceras partes de la humanidad sufren las consecuencias del Subdesarrollo.
En América Latina el Subdesarrollo se presenta asociado con: Pesadas deudas externas; Desaparición del rol del Estado con altos niveles de corrupción; elevados índices de fragmentación social y descreimiento hacia las instituciones; profunda brecha tecnológica; asimetrías estructurales; bajo desempeño externo; pobreza, exclusión, y desamparo de los sectores sociales más débiles; desocupación y precarización del trabajo; deterioro de la educación y de la creación de nuevos conocimientos; aumento del analfabetismo; tasas elevadas de mortalidad infantil; carencia de techo; falta de agua potable y de transporte; desintegración geográfica y social con amenazas de desintegración política; aumento de la violencia; incertidumbre respecto del futuro con movilidad social descendente; necesidades como la alimentación y otras carencias básicas insatisfechas, que constituyen en conjunto, una amenaza para la supervivencia y seguridad de gran parte del planeta.
En 1992, el 20 % de la población más rica del planeta concentraba el 82,7 % del Producto Nacional Mundial, mientras que el 20 % más pobre, solo detentaba el 1,4 % y esta tendencia de desigualdad se fue agudizando. En 1996, 358 personas con activos de más de 1.000 millones de dólares superaban el ingreso de países en los que viven casi la mitad (45 %) de la población mundial, es decir aproximadamente 2.300 millones de persona. A fines de 1999, ya eran solamente 225, las personas que en 1996 habían sido 358.
El Dr. Alfredo Allende, en su libro " Globalización, deudas externas, miserias" expresa: "Solo un 30 % de los seres humanos están comprendidos en el "mercado" y el 60 % más pobre unas 3.600 millones de personas solo se reparten el 6% del total de las riquezas del mundo."
Según datos publicados por Organismos Internacionales, y a riesgo de abundar en datos conocidos, se destaca la gravedad de la situación: 1300 millones de personas viven con un ingreso inferior a un dólar diario; alrededor de 1000 millones de personas son analfabetas; más de 1000 millones carecen de agua potable y unos 900 millones de personas tienen hambre o enfrentan inseguridad alimentaria. En los países industrializados, más de 100 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza; alrededor de 160 millones de niños sufren malnutrición moderada o severa y unos 120 millones no asisten a la escuela; 250 millones de niños padecen diversas formas de esclavitud, como lo aclara la OIT y 100 millones de niños subsisten abandonados en las ciudades del Tercer mundo, y el dato más espeluznante lo constituye el genocidio que se produce año tras año de personas que fallecen como resultado de enfermedades curables y por hambre, entre los cuales hay que incluir 500.000 niños, según lo revelado por UNICEF. Por día, en promedio, mueren 1.400 niños y esta cifra tiende a aumentar. Asistimos impávidos a un holocausto globalizado, y mientras la ciencia y la tecnología avanzan con ritmo creciente, se produce un magnicidio de proporciones pavorosas. La cruel ironía, es que este estado de cosas, se realiza al menos en Latinoamérica bajo el imperio de sistemas democráticos y principios republicanos. Estos sistemas legalizan y legitiman, el bárbaro despojo y la crueldad del saqueo, perpetrado en nombre de una "modernidad", que ahora denominan "globalización", y que sostiene los principios establecidos por John Williamson, conocidos como Consenso de Washington o su versión más difundida de "pensamiento único". La observación del pasado, verifica que la globalización del orden mundial, no es un fenómeno nuevo, lleva cinco siglos de aplicación, pero con distintos formatos. Es evidente, que la globalización, responde a la visión ideológica del neoliberalismo económico, que produce una profunda crisis del Estado Nación, la desaparición de la trama social a través de una marcada polarización y una perspectiva, donde la pobreza aparece como un fenómeno irremediable que favorece la selección de las especies, por medio de un despiadado "darwinismo social". Además, por medio de una nueva división internacional del trabajo, se produce una alteración entre producción, espacio nacional y consumo, que afecta directamente la capacidad de decisión de los gobiernos locales, y que pasan a ocupar los grandes grupos transnacionales de poder.
En su libro "El fin del trabajo" Jeremy Rifkin, expresa: "Los crecientes niveles de desempleo global y la mayor polarización entre ricos y pobres crean las condiciones necesarias para la aparición de disturbios sociales y una guerra abierta de clases a una escala nunca experimentada, con anterioridad, en la historia humana. El crimen, la violencia indiscriminada y el estado de guerra de baja intensidad son aspectos incipientes de esta nueva situación" (...).
" Más allá de las tranquilas zonas residenciales y de los enclaves urbanos de los ricos yacen millones de seres desamparados y desesperados. Angustiados, encolerizados y con pocas esperanzas de poder huir de sus circunstancias en el futuro,..." (...). "Su número continúa creciendo a medida que millones de trabajadores se ven en paro (desocupados), sin expectativas y dejados a las puertas de la aldea global tecnológica".
El nuevo orden mundial, inspirado en valores universales como la Paz, la Seguridad, la Libertad y el Imperio de la Ley, está teñido de egoísmo. Es una nueva denominación para justificar el dominio a escala global, y presenta descarnadamente el conflicto entre el Desarrollo y el Subdesarrollo y su amenaza como factor perturbador y desintegrador de las sociedades y del orden político mundial, modificando el escenario estratégico global y regional y la naturaleza de las amenazas que afectan al conjunto de la comunidad internacional.
Por lo tanto, el Desarrollo en su concepto más amplio, debiera considerarse factor estratégico clave para la Seguridad mundial, por su contribución a la Paz, al promover el bienestar material y espiritual del hombre.
En un trabajo reciente el Dr. Enrique Iglesias, Presidente del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y Presidente de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID), expreso en relación al problema de la seguridad colectiva en el mundo moderno que se desata luego del 11 de septiembre: "La seguridad se va a lograr el día que tengamos un combate definitivo a la pobreza, a las asimetrías en el mundo".
En el trabajo, se plantearán las amenazas que provoca el Subdesarrollo sobre la seguridad colectiva y se intentará justificar, la necesidad de encarar "Políticas Nacionales y Regionales" que impliquen "Estrategias de Desarrollo", que garanticen el desenvolvimiento normal de las sociedades, y favorezcan los "lazos de Cooperación Estratégica y Política para promover la Paz y la Seguridad en particular para América del Sur".
II. Desarrollo del Trabajo
- Una mirada política al "Nuevo Orden Internacional": ¿ Aldea Global?
La "guerra fría" culminó con el derrumbe del bloque soviético y la creación de un nuevo sistema internacional caracterizado por la hegemonía de los Estados Unidos en la política mundial y en múltiples factores globales que operan sobre las finanzas, la economía, el comercio, la tecnología, la cultura y otros, que hacen a la vida de los millones de personas que poblamos el planeta.
Esta hegemonía de los Estados Unidos, la trasnacionalización de la economía y el comercio mundial, y la fabulosa revolución en la tecnología, caracterizan a esta nueva realidad internacional, donde la consecuencia más evidente a escala planetaria, es una nueva forma de neocolonialismo, que agrava por lo sutil, el conflicto entre Desarrollo y Subdesarrollo, sometiendo a las naciones más pobres y débiles a una nueva división internacional del trabajo, por medio del control político, financiero, científico, tecnológico y militar.
Henry Kissinger expresó en su libro "La Diplomacia" "Por tercera vez en este siglo, los Estados Unidos proclamaron así su intención de edificar un nuevo orden mundial aplicando sus valores propios al mundo en general. Y por tercera vez los estados Unidos parecieron dominar el escenario mundial....". Más adelante también expresa ".De hecho, solo rara vez han existido sistemas de equilibrio de poder en la historia humana. Para la mayor parte de la humanidad y en los más largos períodos de la historia, el imperio ha sido el típico modo de gobierno. Los imperios no tienen ningún interés en operar dentro del sistema internacional, aspiran a ser ellos el sistema internacional. Los imperios no necesitan un equilibrio de poder. Así es como los Estados Unidos han dirigido su política exterior en América...".
Cita Noam Chomsky (intelectual controvertido por sus críticas a la globalización y al poder americano y Profesor de la prestigiosa universidad MIT), en su libro "El nuevo orden mundial (y el viejo)), a Churchill, quién expresó: " El gobierno del mundo debe confiarse a las naciones satisfechas, que no desean para si mismas más de lo que ya poseen. Sería peligroso que el gobierno del mundo estuviese en manos de naciones pobres. Pero ninguno de nosotros tiene razones para anhelar nada más. La salvaguarda de la Paz debe confiarse a los pueblos que viven por sus medios y que no son ambiciosos. Nuestro poder nos sitúa por encima de los demás. Somos como hombres ricos que moran en paz dentro de sus habitaciones". A lo cual Chomsky, agrega: " es necesario reconocer, que gobernar así, constituye un derecho y un deber de los hombres ricos que viven una merecida paz y solo cabe añadir dos observaciones, la primera es que los hombres ricos están lejos de carecer de ambiciones dado que siempre hay nuevas formas de enriquecerse y de dominar a los demás y la segunda es la fantasía según la cuál, las naciones son los actores que participan en la arena internacional, siendo este, el camuflaje doctrinal habitual, con que se encubre que dentro de las naciones ricas, como sucede en las naciones pobres, existen diferencias radicales de privilegios y de poder. Si a la prescripción de Churchill la privamos de su velo de engaño nos encontraremos con las pautas que rigen el nuevo orden mundial: los hombres ricos de las sociedades ricas, son quienes gobiernan el mundo y compiten entre sí para lograr mayores cuotas de riqueza y poder, eliminando sin clemencia a quienes se interponen en su camino ayudados por los ricos de las naciones pobres que obedecen sus órdenes. Los demás sirven y sufren."
El nuevo orden internacional se caracteriza por un fenómeno denominado globalización. Este término, contiene múltiples atributos y características y no resulta sencillo definirlo categóricamente. Se lo utiliza indistinta e indiscriminadamente para describir situaciones del campo político, económico, financiero, social, cultural, tecnológico y militar.
El impacto de la globalización, produjo un intenso contraste, entre los países del norte y del sur, debido a la polarización económica, incluso el mismo fenómeno se manifiesta en las sociedades ricas, donde la brecha de distribución de riqueza es notable. Por lo tanto la desintegración tiene connotaciones internacionales y locales. Las cifras de la macroeconomía mundial, no condicen con la sensación de millones de personas en el mundo, que ven crecer las economías de sus países, pero con una exagerada concentración y pésima distribución que no los beneficia. Según el Estudio Económico y Social de Naciones Unidas de 1997 se observa que: "En varios de los países desarrollados con economías de mercado se observa un importante problema de desempleo estructural. Cuanto más dura el desempleo, tanto más fomenta el aislamiento social que hace más difícil la reintegración a la fuerza de trabajo empleada".
Partiendo del concepto que el subdesarrollo, engendra pobreza estructural y que pobreza, según la define el Banco Mundial es: "La denegación de opciones y oportunidades de vivir una vida tolerable", concluimos que más de cuatro mil millones de personas sufren en el mundo el flagelo de falta de opciones y oportunidades en su vida. Pero aún, el pobre puede sentirse afortunado cuando no entró en la categoría de esclavo en la nueva economía global.
Sorprende la investigación realizada por Kevin Bales, contenida en su libro "La Nueva Esclavitud en la Economía global". Bales sostiene que según la fuente de información que se adopte, la cantidad de esclavos en la nueva economía, varía entre 27 y 200 millones de personas, concentrados en India, Pakistán, Bangladesh Nepal, norte y oeste de África y varias partes de Latinoamérica. También hay esclavos en casi todos los países del mundo, incluidos: Japón, Estados Unidos y muchas naciones europeas. Por supuesto, la esclavitud adopta formas distintas, y existe en casi todos los países como analizaremos más adelante, pero lo sorprendente, es que existe también en el corazón mismo de los países desarrollados. Así, en una reciente investigación llevada a cabo en Gran Bretaña, se verificó la existencia de jóvenes esclavizadas y obligadas a prostituirse, en Birminghan y Manchester. En Londres y París se procedió a la liberación de esclavas domésticas. En los Estados Unidos se han descubierto casos de esclavos agrícolas, vigilados por guardias armados. En los burdeles de Nueva York, Seattle y Los Angeles, se han encontrado muchas esclavas tailandesas y filipinas. Por lo tanto, si bien en estos lugares la cantidad de esclavos es ínfima comparado con otros sectores del globo, especialmente el subcontinente indio y el sudeste asiático, nadie está exento de pensar que fronteras adentro, no existan esclavos, viviendo en condiciones infrahumanas.
Lo significativo, es que grandes contingentes de seres humanos, sirven a la nueva economía global, como mano de obra esclava. "Muchas compañías transnacionales hacen ahora lo mismo que hacían los europeos en el siglo XIX explotar los recursos naturales y aprovecharse del trabajo barato pero sin necesidad de gobernar el país entero. De manera similar, la nueva esclavitud se apropia del valor económico de las personas y las mantiene bajo control con amenazas, pero sin reivindicar su propiedad ni hacerse responsable de su supervivencia". Los sistemas de relaciones laborales actualmente en vigor se utilizan para legitimar y ocultar diversas formas de esclavitud e incluso, el marcado desempleo, provoca en el trabajador ocupado, una suerte de presión que lo obliga a realizar tareas, horarios y disposición, que van mucho más allá de una sana relación laboral ".
Por lo tanto, el concepto moderno de esclavitud: se refiere al control absoluto sobre una persona para explotarla económicamente o aprovecharse de su situación de necesidad laboral.
Dice Bales " La esclavitud es obscena. No es solo robar el trabajo de alguien, sino su vida entera. Está más próxima a los campos de concentración que a las malas condiciones laborales". La esclavitud es un negocio floreciente y el número de esclavos va en aumento. La gente se hace rica utilizando esclavos. Y, cuando ya no le hacen falta, los echan a la calle. Esta es la nueva esclavitud, que se basa en los grandes beneficios y las vidas baratas.
Por lo tanto, la "Aldea Global", solo existe para un tercio de la humanidad, los dos tercios restantes donde está incluida Latinoamérica, no disfrutan de los beneficios y del confort que provee el desarrollo aunque es desagradable destacar que allí también comienzan a existir desigualdades sociales.
- Globalización, Desarrollo y Subdesarrollo en América Latina
Para muchos, la globalización implica el aumento del volumen y variedad de transacciones de bienes y servicios, por el crecimiento de los grupos internacionales de capitales y por la aceleración de la difusión de la tecnología en más lugares del mundo. En ese sentido, el FMI, considera que tanto el comercio y la competencia internacional, y por ende la globalización son, al igual que el progreso económico, fuentes básicas de crecimiento económico y de las transformaciones estructurales de la economía. Por otra parte reconocen también, que es poco probable que el proceso de desarrollo económico beneficie uniformemente a toda la sociedad. De hecho se ha cuestionado si realmente la globalización no perjudica a grandes segmentos de la misma.
En consecuencia la globalización, estableció a nivel mundial, nuevos patrones de producción y de los modos de organizarla. Así, se produce una especialización creciente de la producción de bienes y servicios entre países y entre regiones o bloques económicos, incluso entre empresas. Se produce por lo tanto un aumento de la división internacional del trabajo, que alimenta y sostiene el aumento del comercio mundial y especialmente el que se produce dentro del contexto intraindustrial.
Sin embargo, someter a las economías de los países subdesarrollados, a competir libremente con las economías desarrolladas, es, en el mejor de los casos, el aniquilamiento de la producción, con menor grado de desarrollo y con sus secuelas sociales: desempleo, pobreza y desintegración geográfica y social. Esta situación, se ve agravada aún más, frente a la protección, promoción y subsidios de los países desarrollados a sus sectores primarios, lo que impide o condiciona una efectiva e hipotética complementación en la producción, lo cual conllevaría a otro grave problema del subdesarrollo frente al desarrollo, en el intercambio comercial, debido al deterioro en la "relación de los términos de intercambio".
Por lo tanto, es necesario reconocer la validez del planteo del Dr. Aldo Ferrer, cuando sostiene respecto de los factores determinantes entre los países desarrollados y subdesarrollados, la importancia de lo que define como "Poder tangible"(tamaño de su población y recursos naturales) y "Poder intangible" (tecnología y acumulación de capital). Ferrer sostiene " En ausencia de estos componentes (Poder intangible), el poder tangible se disuelve en el subdesarrollo". Sobre estos aspectos, gira y se articula el sistema internacional y la distribución de poder entre las naciones. Además, el Dr Ferrer señala dos aspectos que son cruciales: "el pasado enseña poco sobre la universalización de dos cuestiones que han adquirido actualmente decisiva importancia. Se trata de la pobreza y las agresiones al ecosistema".
En consecuencia, el subdesarrollo, está vinculado con la posición del país dentro del esquema internacional de la división del trabajo y por otra parte, "...los aspectos monetarios y financieros son aspectos superficiales del problema de fondo, que es de producción, de desarrollo de las fuerzas productivas, en consecuencia, para los desarrollistas, la única solución orgánica, la única verdadera, consiste en transformar las estructuras de la producción...", como expresara Rogelio Frigerio.
Esta idea fuerza del desarrollo, que para muchos, es equivalente a progreso en su sentido más amplio, emergió en la última postguerra, e inició una nueva fase del desenvolvimiento humano que aún continúa vigente.
Las Naciones Unidas declararon a la década de los 60´s: la primera década del desarrollo. A esa idea sustantiva se le agrega cada década un adjetivo. Hemos tenido así: desarrollo estabilizador, desarrollo compartido, desarrollo social, desarrollo humano, y, más recientemente, desarrollo sustentable.
Pero la noción de desarrollo permanece inconmovible desde el punto de vista teórico como desde la práctica social. Han existido muchos calificativos para el desarrollo, pero en Latinoamérica, no solo no hubo desarrollo, sino que hubo un agravamiento de sus condiciones de subdesarrollo.
Para poder analizar las implicancias del desarrollo o la ausencia de él que se expresa a través del término Subdesarrollo, se requiere el abordaje con una visión estratégica de conjunto, para encontrar respuestas que permitan fijar políticas públicas destinadas al fortalecimiento de la sociedad civil y por ende de las instituciones, como paso previo, a encarar procesos que refuercen los lazos de cooperación y amistad entre los pueblos.
Cuando se analiza el desarrollo económico y en particular de América Latina, se observa que fue un objetivo estratégico que se plantearon los gobiernos a partir de las primeras décadas del siglo pasado.
Este gran objetivo "alcanzar el desarrollo", lo concibió y encarnó en el largo plazo, la figura del Estado, sin embargo, la falta de visión estratégica en la clase dirigente, la inestabilidad institucional, la impericia en el manejo de las cuestiones públicas, la corrupción, y la presión de los intereses de grupos locales y extranjeros, tornó la cuestión del desarrollo en una actitud declamativa exclusivamente, y los gobiernos se dedicaron a resolver las crisis recurrentes de orden financiero, y básicamente, atender cuestiones de estabilidad monetaria.
A estas cuestiones monetarias, le siguieron las medidas recomendadas en el Consenso de Washington: apertura externa, liberalización y desregulación de los mercados y privatización de las empresas y servicios públicos, en un contexto adicional, para algunos países, de fuerte endeudamiento externo y achicamiento del Estado, hasta convertir al gobierno y a la política, en un Gerenciamiento de los intereses privados que penetraron al Estado. Obviamente, se perdió el rumbo y se puso fin a un Estado de Bienestar y lo que es peor, se perdió el concepto de bienestar general.
Por tanto, el desafío del desarrollo, quedó de hecho, entregado al mercado y a la empresa privada, con un rol de control por parte del Estado, que en la práctica, fue totalmente inoperante. Así, en algunos países y en particular en la Argentina, con el desguace del Estado y de sus empresas, la extranjerización y/o destrucción del aparato productivo, el fuerte predominio en las decisiones del Estado por parte de los representantes del mercado, el desarrollo, quedó relegado a una nueva división internacional del trabajo, producto del aumento de la especialización y de la productividad, que afecta seriamente la soberanía de los países, le resta libertad de acción, y aumenta su dependencia en una nueva forma de neocolonialismo.
- Consideraciones sobre la seguridad colectiva y regional: Paz y Seguridad en el mundo.
La Paz de Westfalia (1648), selló la concordia entre Francia, Suecia y Austria, por un período que duró mas de un siglo y medio. El Congreso de Viena (1815) restauró el equilibrio de poder, luego de la revolución francesa y las guerras napoleónicas y se mantuvo la paz durante un siglo. Después de la II Guerra Mundial, el acuerdo de Bretton Woods (1944), trajo una nueva esperanza mundial de paz y desarrollo.
A pesar de haberse creado las Naciones Unidas, con la misión de velar por la seguridad mundial, a partir de la Conferencia de Yalta en 1945, se configuró un mundo bipolar, mediante dos fuerzas antagónicas encarnadas en los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Soviética. El conflicto, enfrentó al comunismo y la expansión soviética con el capitalismo y sus valores característicos.
Posteriormente los bloques enfrentados conformaron un sistema de alianzas, basados en la cooperación política, económica y militar, y firmaron tratados para garantizar su seguridad, buscando aglutinar a los países bajo su órbita, así nacieron la OTAN y el Pacto de Varsovia. A escala regional, la manifestación concreta respecto de la seguridad hemisférica, la constituye el TIAR, que es el instrumento que en materia de seguridad hemisférica nos rige y la OEA que también sirve como sustento para resolver conflictos.
Este fuerte conflicto ideológico, político, tecnológico, económico, cultural y militar, dio lugar al fenómeno conocido como " guerra fría", que mantuvo en vilo a la humanidad, ante la amenaza nuclear, y estuvo vigente solamente durante cuarenta años. Como vemos los períodos de paz, fueron cada vez más cortos, y los conflictos y las amenazas, fueron cambiando de naturaleza.
"Robert McNamara, antiguo Secretario de Defensa de Estados Unidos, declaró a la prensa en 1966 que en los ocho años anteriores se produjeron en el mundo no menos de 165 estallidos de violencia importantes contra las autoridades legales, como consecuencia de los cuales fueron derribados ochenta y dos Gobiernos. El sociólogo americano Harry Eckstein registró de 1946 a 1959 más de 1.200 "conflictos internos": guerras civiles, luchas de guerrillas, disturbios locales, tumultos, terrorismo, sedición y golpes de Estado. El famoso Institut for Strategic Studies de Londres señaló entre 1945 y 1967 un total de ochenta conflictos militares.
Si la estadística la continuamos hasta el presente, la realidad nos muestra que ningún continente fue ajeno a luchas que se desarrollaron mediante los más variados métodos y en cada caso justificaron ante el mundo con argumentos que no siempre fueron totalmente creíbles".
En particular, en materia de seguridad, los argentinos comprobamos lo endeble de la seguridad regional a través del TIAR, en ocasión de la Guerra de Malvinas, la precariedad de la OEA y los evidentes signos de deterioro en el funcionamiento de las Naciones Unidas.
Los conflictos y las amenazas a la seguridad han sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad, que acompañaron al hombre desde siempre - alterando la paz, pero estimulándolo también, a una permanente preocupación para encontrar fórmulas de cooperación que garantizasen la paz y el desarrollo normal de los pueblos.
Luego de Yalta y a lo largo de la Guerra Fría se firmaron tratados internacionales, siendo el primero la Carta de Naciones Unidas (1945), luego el Tratado del Atlántico Norte(1949), Pacto de Varsovia (1955), Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR- 1947) y Protocolo de Reformas al TIAR (1975)
Esta vocación por encontrar y disponer de instrumentos que aseguren la paz, no siempre se revelaron como solución de los conflictos, dado que en más de una ocasión, no se aplicaron o se aplicaron discrecionalmente en función de los intereses de las potencias rectoras.
Samuel Huntington en su libro "El choque de las civilizaciones" expresa refiriéndose a una cita de Kissinger: " La seis grandes potencias (Estados Unidos, Europa, China, Japón, Rusia y probablemente, la India), pertenecen a cinco civilizaciones diferentes, es probable que superada la rivalidad de las superpotencias quede sustituida por enfrentamientos de carácter cultural y civilizacional". A partir del 11 de septiembre del año 2001, con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, se agravó el conflicto entre el fundamentalismo islámico y la cultura que representa. Por supuesto que el conflicto no es estrictamente cultural y civilizacional, pero tiene un importante condimento del mismo, dado que las culturas no occidentales, sienten rechazo frente a la creencia, que el modelo occidental se impondrá produciendo su universalización.
La tendencia decreciente a las amenazas de la seguridad clásica, está ligada a una evolución en el pensamiento de los Estados frente a los nuevos logros, sobre todo de tipo comercial, que hicieron emerger con mayor fuerza la idea de integración, la interdependencia compleja, amplia democratización en diversas regiones, la difusión de los principios de mercado, la expansión del comercio internacional y los concretos avances de los procesos de consolidación regional con enfoques de seguridad cooperativa.
Por otra parte, existe una marcada tendencia creciente, especialmente al fin de la guerra fría y de la globalización, de nuevas amenazas emergentes y fuentes de riesgo e inestabilidad.
El Coronel (R) Carlos Edgardo Tejada, Profesor de la Escuela Superior de Guerra, en sendos trabajos relacionados con la Seguridad Subregional en el Siglo XXI, expresa: "han aparecido nuevas formas de violencia o formas ya conocidas que han adquirido mayor intensidad y proyección internacional, junto con nuevas formas de violencia ciudadana y/o estatal, vinculada muchas veces con graves cuadros económicos y sociales. En la Periferia han surgido conflictos armados difíciles de tipificar y muy difíciles de detener y situaciones sociales y críticas, que causan preocupación en los países centrales e incluso atraen la atención de las estructuras militares más importantes del planeta".
Este abanico de procesos, engendra altos grados de violencia y entrecruzamiento: Terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico, movimientos guerrilleros, grupos étnicos o religiosos enfrentados entre si, o con gobiernos de Estados débiles o en procesos de dilución. Estas formas de violencia se ven agravadas por la pobreza y la exclusión, desintegración geográfica y social, altos niveles de corrupción, el tráfico de estupefacientes, el contrabando de armas e incluso de materiales sensibles.
Todas estos fenómenos, afectan la seguridad de las personas y de los Estados, y en muchos casos implican altos grados de violencia. No atentan necesariamente contra la integridad territorial de los Estados. En conjunto, afectan la estabilidad en el contexto local, regional e internacional. Por otra parte, estos conflictos han adquirido un carácter transnacional y requieren cambios de enfoque en la percepción de las amenazas a las cuestiones de seguridad interior, defensa nacional y seguridad internacional.
Es importante señalar, que estas amenazas tienen un carácter "global", dado que afectan al conjunto de la comunidad internacional y tienen la potencialidad de alcanzar cualquier punto del planeta. Por otra parte, posee características propias vinculadas al grado de desarrollo o subdesarrollo de las sociedades que las padecen. Así, que en materia de seguridad y para el mismo fenómeno, hay dos escenarios posibles: sociedades desarrolladas, con alto grado de industrialización, democracias liberales y fuerte institucionalización interna y externa; y sociedades subdesarrolladas de carácter periférico, con bajo o nulo grado de industrialización y bajo nivel de institucionalización interna y externa. Por lo tanto, a pesar de ser las "amenazas emergentes y las fuentes de riesgo e inestabilidad" de carácter global, conviven en dos escenarios distintos, y la diferencia la establece el nivel de desarrollo.
La comunidad internacional, posee una visión para lograr la seguridad en el siglo XXI, a partir de considerar la interdependencia que en esa materia presenta la complejidad del riesgo. Por lo tanto, considera que: a) los desafíos en materia de seguridad tienden a superar la capacidad individual de los estados; b) la seguridad de cada Estado depende más de las políticas que llevan adelante otros Estados; c) los Estados tienden a asumir formas asociativas y cooperativas en materia de seguridad, que a su vez alimentan el complejo entramado en el que se halla inserto. A su vez es necesario destacar que existen tres formas de vinculación en materia de seguridad: a) Alianzas militares; b)Coaliciones; c)Asociaciones. Estas categorías no son estáticas ni mutuamente excluyentes. Por otra parte, en la temática seguridad, encontramos la nueva tendencia que es la conformación de "Zonas Azules", que son espacios de seguridad cooperativa, fruto del entendimiento entre las potencias y las relaciones de interdependencia económica, política y de seguridad, que cubren amplias regiones. En estas "Zonas Azules", las relaciones entre los Estados excluyen la posibilidad de un conflicto militar entre ellos basada en el alto grado de estabilidad y confiabilidad que existe entre ellos y las interconexiones amplias y complejas, a nivel político, económico y de seguridad.
- El Subdesarrollo y las amenazas a la seguridad colectiva y en particular para América del Sur.
Quizás resulte ocioso a esta altura del trabajo destacar, reiterando, conceptos ya expuestos en forma explícita o implícita, las consecuencias y las amenazas del subdesarrollo a la seguridad colectiva y en particular a la situación de América Latina, pero un rápido enunciado permitirá evaluar el profundo deterioro al que se ha llegado y la gravedad de la amenaza de desintegración geográfica, social y política, que afecta la paz en la región.
El pasado nos condena con una pesada hipoteca: la deuda externa
El Dr. Alfredo Allende en su libro "Globalización, deudas externas, miserias", señala: "A principios de los ´80, la deuda externa de la región latinoamericana alcanzó a unos 300.000 millones de dólares. Se han pagado más de 600.000, en concepto de intereses. Se deben ahora alrededor de 700.000 millones, luego de haberse desprendido los Estados de muchos activos físicos."
El caso argentino resulta paradigmático, dado que su endeudamiento, es el mejor ejemplo de lo mal que se pueden hacer las cosas. Merced a una gestión del ministro de economía Lorenzo Sigaut y Domingo Cavallo como presidente del Banco Central, estatizaron la deuda privada, en la década de los ´80, y a lo largo de los años ´90: casi se duplicó la deuda externa pública, a pesar de las privatizaciones. En tanto entre 1992 y 1999, los intereses se sextuplicaron.
Haciendo referencia a la deuda externa total de los países subdesarrollados el Dr. Allende expresa: " equivale a una entrega hacia el norte de 250.000 dólares por minuto". Y cita "Vivir pagando morir debiendo, sentencia Eduardo Galeano".
Si bien no puede generalizarse, porque cada país tiene sus propias características, en muchos casos se llegó a esta situación, ante la ausencia de una adecuada visión estratégica local con Proyectos nacionales y regionales de cooperación, la complicidad de una corrupta clase dirigente, por la acción de los beneficiarios del Club de la deuda externa, que contaron con la complicidad de tantos, y especialmente del silencio de muchos "gurues" de la economía.
Adicionalmente, se quebró el circuito virtuoso de Ahorro Interno - Acumulación e Inversión, necesario para reconstruir la capacidad de generar riqueza.
La brecha tecnológica
El progreso técnico y la capacidad de producir nuevos conocimientos son muy intensos. Existen sectores donde este progreso es extraordinario, tales como: la biotecnología, la química fina y los nuevos materiales, pero muy especialmente en las llamadas "tecnologías de la información": la microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones. El progreso técnico, no solo produce cambios sustanciales en los procesos de producción de bienes y servicios, sino que además impactan en el consumo y la calidad de vida de las personas. Por lo tanto, a partir de una profunda "brecha tecnológica" entre los países desarrollados y subdesarrollados, el libre juego de las fuerzas del mercado, conlleva una diferenciación en los ritmos del progreso técnico del sistema centro- periferia, incluso agravando las condiciones de la periferia, en ausencia de políticas y recursos para promover la ciencia y la tecnología.
Esta "brecha tecnológica produce dos categorías de asimetrías: estructurales y de productividad y competitividad.
Asimetrías estructurales
Entre las economías desarrolladas y subdesarrolladas, se producen "asimetrías estructurales" debidas a: reiterados atrasos en la capacidad de innovar en la periferia, produciendo desigualdades en los grados de conexión entre las actividades productivas y entre las empresas que la componen.
Además, se producen tasas diferenciales de acumulación y crecimiento, con fuertes diferencias en los niveles de producto per cápita, a favor de los centros.
Asimetrías en la productividad y la competitividad
Resulta claro, que la diferencia tecnológica, genera una brecha importante en la productividad y la competitividad de múltiples actividades productivas, con lo cual, se afecta la expansión de las exportaciones y genera fuerte demanda de importaciones.
Esta situación provoca, desequilibrios comerciales y financieros, que afectan la capacidad de creación de riqueza y limita las políticas macroeconómicas.
Capacidad de generar trabajo
Crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo. Hemos visto en los años ´90, que algunos países crecían a importantes tasas elevadas y sin embargo, no creaban empleo. Es más, asistimos en el mundo y en particular en la Argentina y en la región, a un importante nivel de desempleo y subempleo. Por lo tanto, es necesario, reconocer, que el problema del subdesarrollo, es su incapacidad estructural, para generar riqueza local y empleo.
Se han verificado, cambios importantes en la producción, debidos al progreso tecnológico, que modificaron los patrones de la demanda de mano de obra - entre la industria y los servicios. Sin embargo, solo una política de desarrollo integrada, puede dar cabida a la solución del empleo, dado que los servicios en general no son bienes transables y, la falta de producción de bienes transables en forma local, genera una importante dependencia de los insumos y productos del exterior, sin contraprestación posible o con una relación de intercambio desfavorable.
El papel central del Estado: fijar el rumbo estratégico, conducir el Gobierno, sobre la base del bienestar general
El Estado es indispensable. No puede ser sustituido ni por los Organismos internacionales, ni por sectores del poder concreto, que no respondan a los intereses nacionales. Un Estado moderno, tiene que tener la capacidad de fijar el rumbo estratégico en función de los Objetivos e Intereses nacionales, crear y orientar el esfuerzo nacional promoviendo el desarrollo integrado, para insertar en el mundo a la Nación en una ubicación favorable a sus intereses.
No cumple su función un Estado ausente o penetrado por intereses particulares o sectoriales, ni tampoco un Estado que no permita el desempeño en forma normal e intensiva y la promoción del esfuerzo privado, tanto local como extranjero, pero con reglas de juego que solo tengan en cuenta el interés de la Nación. En particular, en América Latina, con las debidas caracterizaciones y excepciones para cada país, el Estado, ha permanecido subordinado a los intereses de grandes grupos transnacionales y locales y a las potencias rectoras, que desde el centro han marcado, el rumbo estratégico y las políticas que los benefician a ellos.
A partir de esta caracterización del subdesarrollo, las amenazas a la seguridad colectiva y regional, son: la reacción y la resistencia frente al hastío de una dominación injusta con imposición de reglas de juego inconvenientes a los intereses nacionales, la pobreza, la exclusión, el desamparo de los sectores más débiles, el peligro de la desintegración política, geográfica y social, la violencia urbana y social descontrolada y en aumento, el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico, la acumulación de desechos nucleares, la depredación del medio ambiente, las migraciones masivas, las guerras intra estatales, las persecuciones y matanzas de minorías, las identidades nacionales sin territorio y las etnias o religiones enfrentadas en un mismo territorio, y el peligro de considerar como inexistentes a las Hipótesis de conflicto de los distintos actores regionales e internacionales con interés en provocar situaciones favorables a sus estrategias de dominación o particulares en la región.
Principales Políticas para lograr la cooperación y la Paz en América del Sur.
América del Sur tiene un importante valor geoestratégico para la Seguridad global. Incluye a trece países, una superficie de 17,4 millones de Km. Cuadrados (el 12,8 % del territorio mundial), 335 millones de habitantes (el 5,7 % de la población mundial), produce el 4,6 % del Producto Bruto Mundial, y representa el 2,41 % de las exportaciones y el 2,47 % de las importaciones totales. El eje Buenos Aires- Río de Janeiro (Argentina, Brasil y Uruguay) concentra el 75 % del PBI de la región, los países de la costa del Pacífico el 23 % y los países mediterráneos el 2%. Posee una densidad poblacional de 19,3 habitantes por Km. Cuadrados, con amplios espacios vacíos. El 60 % de su población vive en centros rurales y ciudades de menos de 200.000 habitantes, y un 27 % en ciudades capitales con más de un millón de habitantes. Tiene una amplia variedad de suelos y climas, posee abundantes recursos naturales e importantes recursos estratégicos. Tres Cuencas importantes caracterizan su territorio: la del Río Orinoco (1 millón de Km. Cuadrados), la del Río Amazonas (7,5 de millones de Km. Cuadrados) y la del Río de la Plata (3,1 de millones de Km. Cuadrados). Dentro de su geografía se desarrollan "El Pacto Andino, que comprende a: Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú"; el Mercosur: que incluye a: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay"; Acuerdos de Complementación de Chile y Bolivia con el Mercosur; Acuerdo de Libre Comercio Mercosur - Comunidad Andina; Acuerdos individuales de Complementación de Brasil y la Argentina con la Comunidad Andina. Además, a través de la Conferencia de Ministros de Transportes, Comunicaciones y Obras Públicas de América del Sur, en diciembre del año 2000, se suscribió: El Plan Maestro para el desarrollo del Transporte y la Infraestructura en América del Sur, con los siguientes objetivos: Impulsar el Crecimiento económico y el Desarrollo de la región, Impulsar el crecimiento del comercio y el Turismo, y fortalecer la Integración Regional.
a. Promover, concretar y consolidar en la región el "Desarrollo Integrado, de todos los sectores de la producción" de cada país, a partir de Proyectos Nacionales, que les permita recuperar a cada uno, su capacidad de decisión y generar riqueza con un modelo de sociedad, que recomponga la trama social sobre la base de la dignidad y el desarrollo material y espiritual de las personas. Combatir la pobreza a través de la creación de oportunidades, por la explotación de los recursos y por el agregado de valor a los mismos. Promover la integración de vastos sectores nacionales vacíos y desintegrados por falta de infraestructura o por exclusión social.
b. Promover un mercado ampliado para la región, que a partir de una matriz de insumo producto general y sectorial, privilegie el comercio intrazona y atraiga inversiones del exterior a la región.
c. Participar en el mercado mundial con una amplia variedad de productos exportables y con valor agregado.
d. Avance científico tecnológico mediante el desarrollo en cooperación con los países miembros, capitalizando el esfuerzo de décadas.
e. Planteo de los problemas nacionales en el orden internacional con el apoyo del Bloque Regional.
f. Promover la integración física de los países integrantes del Mercosur y del Pacto Andino, a través del "Plan Maestro para el desarrollo del transporte y la Infraestructura en América del Sur", que cuenta con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento y Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA).
g. En materia de seguridad, se deberá procurar mantener una paridad cualitativa y cuantitativa de medios militares, y desde el ámbito político se procurará la concreción de un sistema cooperativo de seguridad regional, sobre la base del respeto de los intereses de cada uno de los países miembros del sistema. Consolidado el mismo y afianzada la paz en la región, profundizar los entendimientos para concretar una "Zona Azul", sin desconocer la complejidad de la propuesta y la incertidumbre sobre la naturaleza y evolución de los futuros conflictos.
h. Contribuir a cooperar con el mantenimiento de la Paz y Seguridad Internacional, actuando de acuerdo con el Capítulo VI o VII de la Carta de Naciones Unidas con los límites y condiciones que establezcan las autoridades políticas.
Conclusiones
La paz y la seguridad del mundo dependen de múltiples factores. El Subdesarrollo engloba varios factores perturbadores y generadores de "amenazas emergentes y fuentes de riesgo e inestabilidad".
Es fundamental profundizar los lazos de cooperación estratégica y política en América del Sur, para lograr el desarrollo integrado y producir el bienestar material y espiritual del hombre, permitiéndole alcanzar una vida digna y un futuro próspero para él y su descendencia.
Combatir al subdesarrollo debe ser una prioridad política para la región, por considerarse al mismo, factor potencial de desintegración social y política, y por ende, amenaza a la seguridad internacional, y en particular para América del Sur.
Bibliografía
Amiune, José Miguel: Siete Tesis y un Epílogo. Contribución Académica.Conferencia en el Club del Progreso-2002.
Allende Alfredo: Globalización, deudas externas, miserias. Ediciones Fundación Bartolomé Hidalgo- Buenos Aires- 2000. (94 páginas).
Bales Kevin: La Nueva Esclavitud en la Economía Global, Siglo XXI de España Editores, S.A. - Madrid y México- 2000. (317 páginas).
Clementi, Luis: Globalización y Proyecto Nacional-Leviatan-Buenos Aires 1999 (341 páginas).
Clementi, Luis: Logística en el Mercosur Infraestructura y Transporte-
Contribución Académica-Libro sin publicar-2000-I.E.S.E. -E.S.T.
Chomsky, Naón-El nuevo Orden mundial ( y el viejo) Las Letras de
Drakontos Rd Crítica Barcelona- 1994-(386 P).
Ferrer Aldo: Historia de la Globalización FCE- Buenos Aires-1996 (418 p)
Frigerio, Rogelio: Desarrollo y Subdesarrollo económico.
Huntington, Samuel,El Choque de las Civilizaciones,Paidos. Argentina. 1era Edición-1997- (422 p).
Kissinger, Henry: La Diplomacia-FCE. México-1995- 919 p).
Rifkin Jeremy, El fin del Trabajo: Nuevas Tecnologías contra.Ed Paidos (3er reimpresión) 1997-(397 p).
Sociedad Internacional para el Desarrollo - Capítulo Uruguay, Los Grandes Temas desarrollo Latinoamericano, Ed. Trialce- 2002-(158p)
Idem anterior: Mercosur, una estrategia de desarrollo - 2000- (85 p).
Idem anterior: Globalización y Políticas Macroeconómicas- 2001- (134p).
Idem anterior: Nuevas aproximaciones al concepto de desarrollo- 2000
Sociedad Internacional para el desarrollo - Capítulo Buenos Aires- Documentos de Trabajo- 2000- 2001- 2002.
Tejada, Carlos Edgardo Coronel ( R ), La Seguridad Subregional (Sudamericana) en el Siglo XXI- Contribución Académica- E.S.G. 2002.
Tejada, Carlos Edgardo Coronel ( R ), La Inteligencia en los Procesos de Integración Y Cooperación- Contribución Académica E.S.G. 2002.
Fuente:
Ponencia preparada para el V Encuentro Nacional de Estudios Estratégicos, Buenos Aires, 1 al 3 de octubre de 2002